Friday, 22 January 2010

El Muro de Adriano

        ¿Por qué será que en ocasiones las personas presionan tanto como los ‘bárbaros’ germánicos y asiáticos solían presionar las fronteras del imperio romano? Y no porque presionen para destruir barreras que les abran la oportunidad de descubrir y conquistar una avanzada situación (si bien ya más o menos en decadencia), porque seguro lo único que encontrarán será una persona llena de defectos e inquisiciones profundas, dolorosas y casi sangrientas...

        Ni idea. Pero así es. A veces hay quien insiste e insiste hasta que deja tu espíritu y tu voluntad casi exhaustos, hasta que casi dices "diablos, diablos, está bien, gonna let you in even if I will regret it no doubt..." Pero no, los límites, las fronteras deben mantenerse porque por alguna razón (que a veces no te queda del todo clara o ya de plano no puedes recordar) los impusiste en primer lugar. Y hay que confiar en esas resoluciones, sino por otra cosa sólo porque no puedes confiar en nuevas decisiones tomadas en un momento de absoluta desesperación presión.

        Levantas un muro imperfecto (porque si incluso las maravillas arquitectónicas realizadas con ladrillos u otros eficaces materiales de construcción no son invencibles ni qué decir de los muros ‘espirituales’, ‘mentales’, ‘personales’) que al fin y al cabo demuestra ser bastante débil, tal vez porque en realidad tienes al enemigo de tu lado, resguardado detrás de tu muro, justo dentro de ti: una especie de campamento interno formado por las mismas ideas y pensamientos de la persona (o personas) de las que quieres huir protegerte.

        Aún así, el muro funciona, un rato al menos, quizá porque el elemento ‘sorpresa’ le da puntos. Hasta que poco a poco las personas dejan de ‘atacar’ directamente porque eso no da resultados y sólo trae desgaste. Deciden mejor ‘insistir amablemente’ y casi como los germanos que se apostaron en una parte del muro justo antes de que Adriano subiera al trono, ellos también descansan cerca de las fronteras. "Eh, eh, todo tranquilo, ¿eh? De ningún lado del muro se busca la guerra."

        Las cosas parecen marchar bien, hasta que la familiaridad crece e inevitablemente comienza el comercio (bendición y maldición de la sociedad ‘civilizada’), el intercambio… Hasta que con el tiempo los lazos crecen cada vez más, en varias formas distintas y sobre todo, más fuertes, más innegables, se te estampan en la cara... Y el enemigo tiene cosas tuyas (intereses, ideas) y tienes que ceder...

        ¿Cómo resolverlo? ¿Poniendo más muros o construyendo alcázares por aquí y por allá para jamás bajar la guardia? ¿Soltando leones, siendo agresivo...? ¿Qué hacer? Si ya estás condenado al fin y al cabo... ¿Lo estuviste siempre y no te habías dado cuenta? ¿Fue todo esfuerzo desperdiciado o al menos aprendiste algo...? ¿Continuas resistiendo heroicamente o te rindes...?

Wednesday, 20 January 2010

Incertidumbre y Escepticismo (…Optimismo en menor medida)

        ¡Ja! Me resulta curioso pensar (y comprobar cada vez que giro mi cabeza a mi alrededor y tomo en cuenta las reflexiones y descubrimientos de varias disciplinas o situaciones menos académicas) que en ocasiones la realidad (aunque qué diablos es eso??) y el sentido común (o en todo caso el conocimiento que nos permite conocerla) tienen poco que ver. Es aún más curioso si pienso un poco más y noto las consecuencias de esta casi contradicción.

        i.e. Desde hace muchos años (no tantos a decir verdad, pero toda una vida para como el mundo se mueve actualmente) ha sido una observación trillada lo impredecible, espontáneo, sorprendente y vertiginoso de la vida. Aunque se conozcan tantas cosas y se hayan analizado las implicaciones de los conceptos o aplicaciones de todo, el resultado (quizá no sea tan seguro decir “consecuencia” pues hasta ésta la acepción de esta última palabra ha cambiado) siempre resulta “impredecible”. En el mejor de los casos, sólo una posibilidad se cumple de entre las millones de posibilidades. En los peores casos, nadie ve venir nada :P

        Y aunque las teorías del caos y de la catástrofe así como los más recientes enfoques de las ciencias (naturales o sociales) u otros estudios humanísticos apuntan a esta total “impredictibilidad”, para efectos prácticos en ocasiones es difícil mantenerse en ese estado de total incertidumbre.

        No sé si les pase a todos o sólo a personas dañadas como yo (jajaja “dañadas” tal y como un maestro de Filosofía se refería a los humanistas) fluctúen entre el total optimismo o el total escepticismo sin ilusiones. Así ya no (sólo) resulta una absurda y dolorosa contradicción actitudes comunes como la demonización de la ciencia y la idealización de los científicos. Curiosamente con frecuencia sucede lo inverso en cuanto al arte y los artistas…

        Además en muchas ocasiones la decepción de nuestros tiempos confunde el “realismo” (un matiz de la total incertidumbre) con el “escepticismo sin ilusiones”. Bajo esta perspectiva, el optimismo ya no es la antítesis del escepticismo sino sólo un engaño…

 

(Addendum:)

        Uh… bueno, tal vez yo fluctúo entre la incertidumbre y el escepticismo sin ilusiones, pero conozco a muchas personas que viven en el optimismo basado en la ilusión del potencial humano. Ja… terminamos como los postmodernistas… desilusionados, con un cinismo que protege los últimos restos de amargas esperanzas… :D

        En otras palabras, la cera de nuestras alas se derritió cuando apenas pensábamos en acercarnos al sol. La buena noticia (o mala, ni idea) es que aún no caemos al océano… Todavía no somos elegibles para un monumento, pero aún hay posibilidad de merecerlo… (Eh… ¿eso último qué fue? ¿Por fin conquisté algo de optimismo?)

Sunday, 17 January 2010

Los Días Lejanos

Con esto de celebrar el frío (ah!) casi lamento ser víctima de la decepción usual de la vida. Lo más curioso es que, aunque escribí esto hace como 6 años... sigue funcionando como incentivo para la expectativa... (veremos cuánto tiempo dura!!!)

LOS DÍAS LEJANOS

Me han atrapado los días lejanos
y me siento incapaz de luchar
contra mi decisión de vivir
dentro del frío,
bajo el sol de invierno.

Esta playa inhóspita es limpia
y todavía no corrompida,
con su arena blanca
comienza el tranquilo arrebato,
(donde todas las olas son mías).

 

No lo había notado hasta que releí “hace como 6 años”, esos sí que son días lejanos… He visto la playa una vez desde entonces, pero mis recuerdos siguen siendo los de hace casi tres lustros ;-) No es curioso, cómo de repente eres culpable de todo, y las consecuencias de un montón de actos en los cuales no tuviste mucha voluntad caen sobre ti… Como si pudiera ser posible que un día te levantaras y fueras culpable, responsable y “master of your fate, captain of your soul…” No es tan sencillo. Quizá sea posible, pero no es tan sencillo…

Thursday, 14 January 2010

INVICTUS

¡Vaya!, sí que me tomé mi tiempo para regresar al mundo real después de los días libres de fin de año. Hubiera escrito antes, pero con eso de que regresé a la escuela una semana y luego tendré exámenes… Uh… Esto sí que ha estado pesado y aún no termina… Supongo que a eso se debe este post (no muy optimista, pero para mí, demasiado positivo, quizá.. jaja). Claro, no está de más recordar estos pensamientos con eso del año que comienza y demás…

INVICTUS

by William Ernest Henley

(1849-1903)

Out of the night that covers me,
black as the Pit, from pole to pole,
I thank whatever gods may be
for my unconquerable soul.

In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Beneath the bludgeonings of chance
my head is bloody, but unbowed.

Beyond this space of wrath and tears
looms but the Horror of the shade,
and yet the menace of the years
finds and shall find me unafraid.

No matter how strait the gate,
how charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate,
I am the captain of my soul.

 

No sé hasta que punto estoy de acuerdo con el poema, tomando en cuenta mis ideas de “las circunstancias”, “el ambiente”, “las posibilidades” y demás... Lo que sí sé es que me encantaría estar de acuerdo al 100% :D