Wednesday 20 May 2009

Juicios, Consideraciones, Maneras de acercarse a la Realidad

Recuerdo que una vez alguien se quejó de lo que consideró una innecesaria profusión de adjetivos en uno de mis textos. Cuando le mencioné el incidente a otra persona me dijo que tantos adjetivos no podían ser considerados como un error, sino más bien como una marca de estilo. Es decir, el comentario era sólo una apreciación subjetiva y no una corrección.

Lo comprendí de esta manera y sin embargo, ahora escribo (bueno, escribía) con menos adjetivos, o, lo que es más exacto, poniendo atención en cuántos y cuáles, no como una forma de cuidar o mejorar mi redacción sino a causa de un pánico insano al exceso de ellos.

Para que aquella crítica hubiese podido tomarse como una corrección, debía haber partido de un código de reglas, de consideraciones, quizá de una base teorica o de la comparación con algo "adecuado". Durante mucho tiempo he pensando que así fue, y que el comentario provino de un genuino juicio académico, basado en una convención aprendida.

¿Qué es lo que realmente establece lo correcto o lo incorrecto, lo adecuado o lo equivocado? ¿Sólo el buen sentido común? El argumento podría sonar plausivo, demasiados adjetivos son (pueden ser para algunas personas) enojosos, estorban y aturden, dificultan la acción y demostrarían que quien escribe es incapaz de recrear una escena o una descripción. Pero ¿cuántos son "demasiados"?

Se supone que las reglas son sólo sistematizaciones del buen sentido... Pero bien podría ser que sólo sean un marco de referencia que aspire a ser tomado como referencia contra el caos del conocimiento en el universo... Entonces, basarse en esas reglas no resultaría en saber que es lo "correcto/incorrecto", "adecuado/inadecuado" sino sólo en un intento desesperado de mantenerse dentro de un campo de acción controlado y por lo tanto, comprensible, susceptible de ser entendido, manipulado y contener en sí, el orden que no parece existir en ninguna parte.

Así las reglas (de estudio y consideración) resultan en una limitación para apreciar lo que se observa, escucha, lee, etc. En ocasiones las normas redudan en una mejor comunicación (i.e. las reglas de ortografía) pero no todas son tan útiles... Para explicarlo de una forma sencilla, la arbitrariedad de ciertas reglas (morales, éticas, estéticas) podría traer como resultado una reducción del espectro a estudiar y su arbitrariedad deja mucho que desear en cuanto a los argumentos que defienden su validez...

Monday 11 May 2009

Cierto resplandor coincidente

Ya no escribo ni en defensa propia... ni idea de si esto se convertirá en una constante o es sólo el desencanto presente... Veremos que dice el tiempo al respecto... Pero aún no pierdo el hábito de las inspiraciones espontáneas...

Justo como un sueño,
sí, una Pesadilla,
nah, eres más bien como insomnio,
-Y no he podido dormir desde entonces...,
pero mis manos brillan y renacen siempre
como un satelite que gira en torno
a la luz embriagadora de tus ojos.

Friday 8 May 2009

Precipicios

Un precipicio puede ser casi cualquier cosa, incluso una idea, un obstáculo, algo que no puede ser evitado y que está ahí... La solución y el problema...
Aunque he recibido algunas malas críticas respecto a este pequeño fragmento seudo-poético me parece que es un interesante intento musical de comunicar un pensamiento obsesionante....


Los precipicios son cantos
despertando a medianoche,
son tantos y tan altos,
vecinos de latitud distante,
jadean jornadas enteras
esperando más desesperados;
son ruinas de tiempo pasado
que aún no se ha marchado,
vilipendiados y divinales,
los precipicios son cantos
despertando a medianoche.

Tuesday 5 May 2009

¿Odiamos o amamos a la UNAM? (Con corrección)

La pregunta de siempre para todos los "amigos" "universitarios":

¿Odiamos o amamos a la UNAM?
(Sí, yo sé que es maniqueísta la pregunta... pero qué se le va a hacer... así flota en nuestro ambiente...)

Mi respuesta sería:
Seré realista (es decir, hablaré con la verdad, no me vayan a salir con que creen que uso la palabra con el significado que tenía en el S. XIX durante la guerra de Independencia y quieran lincharme) simplemente estudio en ella y, siendo la Universidad pública más grande del país obviamente que quiero que mejore. No la satanizo pero no dejo de ver sus errores, no la amo porque eso me cegaría a su mejora continua, pero le deseo todo el bien posible porque sé que esperamos, confiamos y necesitamos que alguna vez se convierta realmente en el bastión de la generación de profesionales que den un giro al país...

Por desgracia, quienes la denostan tienen de dónde agarrarse (la burocracia, los planes de estudio que no responden a ninguna exigencia, la extrema politización, los estudiantes que no lo son en absoluto, etc.) Por eso, en lugar de darnos golpes de pecho con nuestra "querida Universidad" ¿por qué no trabajar en serio para reformarla? No basta con que sea pública para que sea buena y seguro que si nos quedamos en nuestra zona de comfort de amarla, respetarla y venerarla, no llegaremos a ningún sitio...

La lucha por una mejor Educación NO es una quema de brujas (ni de juniors católicos ni de intelectualoides laicos) sino una búsqueda continua de formas en las cuales podamos obtener las herramientas necesarias para integrarnos a la sociedad en el contexto en el que se encuentra ahora (contexto que nos guste o no -y no nos gusta- existe…).

Sunday 3 May 2009

¿Será...?

Otra idea acerca de qué hace un poeta:

"Poets are the hierophants of an unapprehended inspiration, the mirrors of the gigantic shadows which futurity casts upon the present, the words which express what they understand not, the trumpets which sing to battle and feel not what they inspire: the influence which is moved not, but moves. Poets are the unacknowledged legislators of the World."

Percy Shelley in A Defence of Poetry

Hierophant: En la antigua Grecia, personas con una capacidad especial para identificar lo sagrado, estaban encargados de reunir a la gente para dirigir los ritos necesarios en honor a las diferentes divinidades.

Friday 1 May 2009

Sobre la Poesía

He estado trabajando (mentalmente) en acomodar algunas de las ideas que conforman el cuerpo de mis teorías sobre el arte, el lenguaje y la poesía (no sólo la poesía, sino la literatura en general) y tal parece que ya he de comenzar a redactarlas. Ésa es la parte más difícil, aunque ya tenga más o menos claro qué es lo que quiero decir. Supongo que por eso no me he concentrado en redactar nada, porque me he cansado de dedicarle horas a una cuartilla. Sin embargo, hace tiempo leí un ensayo de un poeta francés contemporáneo, Jean-Michel Maulpoix, que trataba de definir qué es la poesía mediante tres pares de opuestos. (Y los opuestos son siempre formas adecuadas de expresar patrones y balancear ideas, una manera sencilla y atinada de acomodar los pensamientos sobre la realidad). Las parejas son:

1. Avanzar / Regresar (Relacionada con el material de la memoria y la proyección al futuro de la lírica, la melancolía y el entusiasmo.)

2. Buscar / Encontrar (Curiosamente la palabra "troubadour", nace de "trouveur" -"encontrador", así que la búsqueda -de saber- es una actividad inherente a la creación poética... ahora sólo habría que encontrar qué buscar...)

3. Cortar / Pegar (Fracturar las ideas para ensayar nuevas formas de armarlas, como un medio para conocer. Esta pareja de opuestos también parece estar relacionada con que la poesía es un trabajo de "fragmentos", "inacabado"...)

La conclusión del ensayo de Maulpoix combina de forma interesante en la figura del poeta la sensitividad exacerbada y la consideración y meditación sobre el tiempo y la tristeza...

En varias palabras: ensayo fascinante :D (Lo reeleré antes de comenzar mi trabajo)