"If you look long enough into the void the void begins to look back through you." F.W.N. (or so I've heard they say...)
Monday, 21 February 2011
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Sunday, 23 January 2011
Los Dominadores y los Oprimidos
Paulo Freire comienza su Pedagogía del oprimido haciendo referencia a dos conceptos importantes para la educación libertadora: "el miedo a la libertad" y "el peligro de la concienciación". Según Freire, ambos conceptos se conjuntan para construir la idea de que "la concienciación es anárquica" y que si permites que los oprimidos se den cuenta de la realidad (injusta pero situacional) en la que se encuentran inmersos, se provocaría un descontento tal que los llevaría a la revolución violenta y a la barbarie. Siendo una idea tan arraigada, es difícil no pensar que los detractores de la rebelión tengan razón, sin embargo, Freire explica que cuando esto sucede es porque los oprimidos han sido engañados por sus propias percepciones hasta llegar a una percepción equivocada de la realidad; pero que la verdadera "concienciación" no es reaccionaria sino revolucionaria, destinada a cambiar las cosas para la liberación de los hombres (es decir, la humanidad), la cual sería un proceso permanente.
No obstante ¿quién va a liberar a quién? Es obvio, apunta Freire, que los dominadores no tienen ningún interés en liberar a nadie ya que ellos se encuentran atrapados en una visión del mundo en la que "el ser es tener" y claro, para tener más, la consecuencia natural es que muchos tengan menos. El mundo debe ser injusto para que este tipo de sociedad funcione y como a los dominadores les va bien, la educación que ellos imponen o su forma de vida no puede estar encaminada de ninguna forma hacia la liberación.
Freire anota también que los únicos que tienen interés en liberarse son algunos oprimidos, aquellos que ya se han dado cuenta de su realidad y quieren cambiarla, sin embargo, ¿dónde podrían encontrar los elementos que les permitieran tanto conseguir su liberación como las herramientas necesarias para construir una nueva sociedad? Es evidente que no en la sociedad presente, diseñada para oprimir. Además, hay otro obstáculo a la liberación, pues esta realidad social, que Freire llama masoquista y necrófila (ahora veremos por qué) provoca que tanto oprimidos como dominadores desarrollen percepciones distorsionadas de sí mismos.
En primer lugar, los dominadores no notan que son injustos. ¿Cómo es esto posible? Sencillamente porque la sociedad les ofrece el camino de "la falsa generosidad" esto es, la oportunidad de "dar" sin dar realmente. Programas de apoyo social que no tienen objetivos a largo plazo o que no ayudan en nada a que un futuro los beneficiarios puedan ser independientes y los condenan a una realidad eterna de dependencia son un buen ejemplo de esta "falsa generosidad". No obstante, la educación misma es otro ejemplo. Los dominadores "dan" educación incluso a los oprimidos, pero esta educación es parcial y tendenciosa, tiene por objetivo el "adoctrinar" y "domesticar" a los oprimidos para que puedan "adaptarse" a la realidad de esta relación social vertical. La actitud de los dominadores es “necrófila” porque ellos detestan el cambio, quieren mantener el statu quo benéfico para ellos a toda costa y temen a los cuestionamientos y a la transformación, al constante devenir que es la vida.
Por otro lado, los oprimidos se encuentran en una situación aún menos halagadora. Ellos no sólo son los que se llevan la peor parte social, económica, política e históricamente, sino que la perpetúan sin saberlo, pues llevan al “dominador” dentro de sí. Los oprimidos no sólo miran a los dominadores desde abajo, sino que admiran su posición y aspiran a llegar a ser como ellos, no para cambiar las cosas y ser más justos, sino simplemente para ser “mejores” y tener la oportunidad de mandar por una vez. (Supongo que casi cualquier “complejo o creencia clasemediera” serviría de ejemplo.) De esta forma, los oprimidos sofocan, incluso antes de que surja, cualquier ansia de cambio y se convierten en simples “beneficiarios” de la “falsa generosidad” de los dominadores. (Ya quedó claro por qué es masoquista, ¿no?)
Cuando los oprimidos muestran disgusto frente a lo que “reciben” de los dominadores, éstos pueden darse el lujo de decir que los oprimidos son unos “salvajes” e “ingratos”. (Más o menos como si un limosnero se negara a comer comida podrida que le han regalado o como cuando nos quejamos de nuestra Universidad y ya tenemos un montón de dedos señalándonos y acusándonos de “inconscientes”, “malagradecidos”, etc., cuando lo único que estamos haciendo es tratar de hacer notar la injusticia, la perpetuación del enfermizo sistema y la necesidad –y posibilidad– de mejora.)
Thursday, 6 January 2011
Más Lanzas
Continuando con el tema del post anterior, creo que mi exposición más pareció estar en contra de las Humanidades que de su lado. Sin embargo, he de decir que siempre las defenderé no sólo porque mi formación ha sido predominantemente en estas áreas, sino porque realmente hay habilidades y conocimientos valiosos que pueden obtenerse de su estudio. Lo que no puedo hacer es defenderlas ciegamente, "a capa y a espada", si no por otra cosa porque aspiro a encontrar una solución al dilema de Ciencia Vs Humanidades. (Quizá mi solución sólo me satisfaga a mí y no al Sistema Educativo, pero con eso será suficiente.)
Pensando que estaba sobre en cuáles clases he "aprendido a pensar", creo que no es mentira lo que anoté ayer, aunque tal vez debería agregar Filosofía (pero sólo ciertas clases y gracias a ciertos profesores). No pretendo decir que efectivamente las clases de Filosofía sean imprescindibles per se, sólo digo que algunos tipos de clases, con ciertos contenidos, profesores cuidadosamente elegidos y alumnos receptivos, dispuestos a trabajar para su formación, pueden resultar más que excelentes (de hecho, prácticamente cualquier clase requiere cumplir estos requisitos para resultar efectiva.). No obstante, creo que es importante responder a las acusaciones más comunes en contra de las Humanidades.
a) Se la pasan pensando en ficciones y construcciones mentales arbitrarias que no sirven para nada. Bueno, podríamos decir que hasta cierto punto es verdad, pero también es cierto que el cultivo de lo que se llama "Ciencia pura" también exige y lleva a cabo esta postura, así que no sólo acusaríamos a las Humanidades de estar “desconectadas”. Por otro lado, si somos objetivos y justos, nada "sirve para algo" por sí mismo. Tomemos como ejemplo a la high tech, que unánimemente es alabada como "muy usable"; si no viviéramos en una sociedad consumista o si las investigaciones no hubieran avanzado hasta el punto en el que se encuentran, la tecnología sería inútil.
b) Nunca hay resultados prácticos para la vida. Sí los hay pero por supuesto que son intangibles y difícilmente cuantificables. Los Humanistas debemos responsabilizarnos por difundir las Humanidades (tal y como se difunde la ciencia) y también por buscar aplicaciones prácticas de nuestras teorías. [De cualquier forma, es verdad que no cada punto teórico puede ser aplicable y tampoco requiere serlo para ser válido. En lo que estoy en contra es en que tomemos esta realidad como escudo.]
c) Sus conocimientos no son importantes para la vida o para el trabajo. Aquí de nueva cuenta nos encontramos con querer generalizar una percepción específica parecida a la del punto 1. El que las habilidades y conocimientos otorgados por las Humanidades no sean bien pagadas o siquiera puedan insertarse realmente en la sociedad no es culpa de las Humanidades en sí, sino de la organización de la sociedad, que a través de la historia y en todo momento determinado favorece el cultivo y la inserción de ciertos conocimientos o "carreras".
También podría ir incluso más allá y proponer razones por las cuales las Humanidades no sólo no deben ser borradas del mapa académico sino que deben ser cultivadas y desarrolladas. (En la mayoría de los debates de este tipo la gente involucrada se limita sólo a abrir los ojos bien bien grandes y a gritar a voz en cuello "pero cómo es posible que quieran quitar las Humanidades, la Filosofía, la Historia, si es básica, si sin ellas nos morimos...", o algo parecido, pero pocas veces intentan buscar argumentos razonables y convincentes para apoyar su permanencia).
1. Identificación de signos y lectura de significados. Esta habilidad o capacidad de realizar un procedimiento ya la había señalado como una razón para apoyar el estudio de la Literatura. En esta ocasión, abogo no sólo por la riqueza de las experiencias estéticas de aquellos que adquieran este conocimiento, sino también por una mejora tanto en sus relaciones interpersonales como en su vida laboral. En todo momento y en todo campo es necesario comprender conceptos, ideas, cosas, aislarlas, volver a reconstruirlas, codificar y decodificar mensajes, etc. Más aún, un buen científico o cualquier profesional necesita saber “leer” a diversos niveles y de diferentes formas. Las Humanidades ofrecen ejemplos innumerables para aprender a hacerlo y para poner esta capacidad constantemente a prueba.
2. Claridad de expresión tanto oral como escrita. Si bien es posible desarrollar esta destreza con otros temas, también es cierto que una de las cosas más complejas que existe es preparar una respuesta escrita frente a un objeto estético, (tal vez sea por su misma naturaleza intangible y vaporosa o por lo espinoso de sus temas, los más profundos/absurdos de la humanidad). El pensar algo al respecto de un texto, pintura, etc., y después presentarlo por escrito no es tan sencillo como parece (reto a cualquiera que esté en desacuerdo a intentarlo y decirme cómo le fue) y obliga a abstraer, organizar, sistematizar y ordenar, no sólo datos o información, sino a codificar un mensaje ya sea con el fin de informar, convencer, persuadir o mostrar odio diplomáticamente (porque por supuesto que no porque sean grandes mentes estamos de acuerdo con todos los autores, artistas, músicos, filósofos o pensadores,).
3. Historia de las ideas. Quién no se ha preguntado de dónde viene tal o cuál expresión o pensamiento. Más importante aún, quien no ha necesitado saber de dónde vienen sus más arraigados prejuicios o creencias, no sólo para interactuar con ellos sino también para defenderse en las discusiones. Asimismo, conocer la historia, no sólo los hechos, sino también las interpretaciones y pensamientos de diferentes personas a través del tiempo nos enseña a ser un poco más humildes y a observar métodos de razonamiento en acción, algo de lo que todos nos podemos beneficiar.
4. Imaginación y Creatividad. No voy a argumentar que el Arte no pone reglas y que la Ciencia nos reprime, porque estoy consciente de que la Ciencia es una de las actividades más creativas de la humanidad; lo que anotaré es que los seres humanos tenemos una multitud de necesidades espirituales, emocionales o cognitivas que no pueden ser resueltas a través de los métodos más racionales. El aumento de los problemas y de las falsas soluciones de la sociedad está enraizado en nuestra incapacidad de darle rienda suelta a nuestras dudas y necesidades de expresión en formas adecuadas. Creo que fue Picasso quien escribió que “todos los seres humanos nacemos artistas, el problema es cómo seguir siéndolo al crecer”. Bueno, el cultivo de las Humanidades ofrece una verdadera válvula de escape para insertar todos esos "intangibles" y construir más conocimiento.
5. Empatía. Acabo de leer a S. J. Gould diciendo que "la lucha de las mujeres es la lucha de todos", y yo podría agregar que "todas las luchas son de todos", ¿cómo aprenderemos a ver las cosas desde otro punto de vista sino a través de la Historia y la Ficción, ni se diga de la Filosofía? Para redondear esta idea señalaré que "mirar las cosas desde otras perspectivas" es básico para los estudios científicos de todo tipo.
6. Las cosas por su nombre. Me refiero no sólo al vocabulario sino al hacer uso del lenguaje a diversos niveles en miríadas de experiencias sociales. No nada más con el fin de "sonar fancy" sino también para utilizar formas creativas y efectivas de conformar nuestras frases y nuestras expresiones al construir nuestra concepción del mundo (al fin y al cabo ése es el fin de un lenguaje).
7. Laboratorios Sociales. Las humanidades ofrecen representaciones de seres humanos en acción, ya sea directamente (a través de ficciones o crónicas históricas) o indirectamente (mediante las reconstrucciones de procesos reflexivos). Este conocimiento acerca de nosotros mismos y de nuestra propia conciencia no sólo sirve de entretenimiento sino que también podría convertirse en una herramienta para el cambio y el progreso.
Pues bien, estos siete puntos resumen algunas cosas, pero en cuanto recuerde más las anotaré. Nada mejor que tenerlos a la mano para cuando se necesiten y qué mejor que tomar notas de forma clara y en un ejercicio de persuasión para avivar a la memoria… (Ah… pues, punto 8…. jajaja)
Addendum:
He de anotar también que los puntos anteriores no están encaminados de ningún modo a justificar los estrechos e hiperespecializados trabajo, cultivo y desarrollo que se llevan a cabo actualmente en la mayoría de las áreas de Humanidades. Creo que una educación integral es esencial (y no me cansaré de repetirlo). Las Humanidades no pueden ser valiosas a menos que se encuentren en constante retroalimentación con el resto de los campos de conocimiento y también con la cotidianeidad. En definitiva, no hay rama que sea independiente y lo más importante, los seres humanos necesitamos un "justo medio" en la cantidad y cualidad de nuestros conocimientos y experiencias.
Wednesday, 10 November 2010
¿Que'est-ce pour nous, mon coeur...? - (A. Rimbaud)
Entre Revoluciones y Deseos, Ideales y Utopías debe haber seguramente algo que no mienta. Aquellos que mueren por su voz quizá sean lo único verdadero entre las mentiras de la vida. Aunque yo, que tengo muchos ideales, casi no tengo ganas de luchar. Hay un algo amargo detrás de mis oídos que me dice: “estas revoluciones son una farsa”. Y termino por esconder lo que realmente pienso, que nadie se entere de cómo me gustaría realmente que las cosas fueran. Un poco de cinismo, algo de furia contenida y callada que explota en los momentos menos oportunos. Y miro a las voces de “nuestra generación” por encima del hombro, fingiendo no mirar, “your revolution is a joke” digo entre dientes y sonrío. Pero nadie me escucha, nadie más que yo descubre el motivo real detrás del amargo sarcasmo….
¿Qué son para nosotros, corazón…?
(de A. Rimbaud, version à moi)¿Qué son para nosotros, corazón, los manchones de la sangre
y de las brasas, y de los miles de muertes, y los largos gritos
de rabia, sollozos de todo el infierno que van derribando
todo el orden; mientras el aquilón todavía pasa por las ruinas;
y toda la venganza? ¡Nada...! --Pero si aún con eso, sí, aún,
¡aún la queremos! Industriales, príncipes, senadores:
¡mueran! poder, justicia, historia: ¡caigan! ¡abajo!
Eso se nos debe. ¡La sangre! ¡La sangre! ¡La flama de oro!
Todo a la guerra, y a la venganza, todo al terror,
¡mi espíritu también! Mordamos de nuevo, ¡Ah, pasen ya,
repúblicas de esta tierra! Emperadores, y también pasen
sus regimientos, sus colonos y sus pueblos. ¡Ya basta!
¿Quién removerá los torbellinos del fuego furioso, quién,
sino nosotros y aquellos que imaginamos hermanos?
Vengan con nosotros, amigos románticos: esto nos gusta.
Jamás trabajaremos, jamás. ¡Oh, las olas de fuego!
Que desaparezca Europa, y Asia y América.
Nuestra marcha de venganza ya lo ocupó todo.
¡Las ciudades y los campos! --¡Seremos aplastados!
¡Los volcanes saltarán! Y el Océano tendrá miedo...
¡Oh, mis amigos! --Mi corazón, está seguro, son hermanos:
¡esos desconocidos, si fuéramos! ¡Pues vamos! ¡Vayamos!
¡Oh, desgracia! ¡Ya siento que se estremece la vieja tierra,
sobre mí y más y más sobre ustedes! La tierra se funde.
¡Pero no es nada! ¡Yo estoy en ella! Y estoy para siempre.
Wednesday, 14 July 2010
Utopía=Imposible, Revolución=¿Improbable?
Hay quien dice que nada más “una revolución como la de Francia” nos salva, nos mejora o ya de plano, al menos cambia algo. Yo no lo sé. Será porque la Revolución Francesa también se desvirtúo menos de cinco años después de iniciada y no legó más que un imperio de pesadilla y un montón de ideales brillantes que no pueden volverse realidad. Será que en realidad Frye tiene razón y el error no es tener utopías revolucionarias que le darán felicidad, paz y orden a la sociedad, el error es creer que esas revoluciones puedan llevarse a cabo con los resultados deseados. ¿Sería posible que una revolución se diera y tuviera éxito? ¿Podrían los grupos activistas ponerse de acuerdo? ¿Encontraríamos un edificio que destruir para demostrar que nada nos ata al viejo régimen? ¿Quién se atreve a la violencia, a no permitir que nadie le cierre el paso? ¿Nos encontramos con que los ciudadanos de clase media arriesgan todo por un ideal? ¿Y los soldados rasos renuncian a su servicio médico para luchar por la justicia? ¿Alguien que no esté ebrio de poder que nos dirija….? Porque claro, líder de seguro necesitamos…, etc…
Lo peor, la duda. Antes no cabía duda sobre quién era el enemigo (lo cual no significa que se supiera quién era, pero no quedaba duda de contra quién se luchaba): la nobleza, el clero, la burguesía demasiado acomodada, los traidores a la patria, los oportunistas especuladores, todos aquellos que tenían intereses personales. Pero ahora, ¿quién es el enemigo? ¿La clase política? No todos los ciudadanos están completamente persuadidos de que todos los personajes políticos sean malos y tal vez no lo sean (¿quién sabe?) ¿Quién sabe algo de cierto? Ya liberados del yugo de la ignorancia todavía no sabemos cómo reaccionar bajo el yugo de la incertidumbre. Todos aseguran tener la verdad y todos llevan agua a su molino. Antes los movimientos eran de todo un país, la sed de justicia representaba a toda una nación, ahora sólo a un sindicato, a un grupo de trabajadores, a un estado, a un extremo del espectro político. Conseguir adeptos, organizar algo se vuelve imposible.
Será que todo es retórica, un nombre, un grupo, un movimiento, una esperanza que se difumina y se reinventa periódicamente, que nunca va a ningún sitio y que sin embargo, tampoco está en ninguna parte. Cualquier hecho puede ser cuestionado, refutado, debatido, y tantos le creerán a la verdad y tantos a la mentira, pero nadie sabrá a quién le cree, sólo es tratar de pensar que tú tienes algo entre las manos, algo más valioso que la ignorancia que tratas de esconder, la que descubres en los ojos de todos los demás, de la que tanto tratas de huir con información, sin saber que tú también ya estás contaminado…
Doomed from the start????
Friday, 22 January 2010
El Muro de Adriano
¿Por qué será que en ocasiones las personas presionan tanto como los ‘bárbaros’ germánicos y asiáticos solían presionar las fronteras del imperio romano? Y no porque presionen para destruir barreras que les abran la oportunidad de descubrir y conquistar una avanzada situación (si bien ya más o menos en decadencia), porque seguro lo único que encontrarán será una persona llena de defectos e inquisiciones profundas, dolorosas y casi sangrientas...
Ni idea. Pero así es. A veces hay quien insiste e insiste hasta que deja tu espíritu y tu voluntad casi exhaustos, hasta que casi dices "diablos, diablos, está bien, gonna let you in even if I will regret it no doubt..." Pero no, los límites, las fronteras deben mantenerse porque por alguna razón (que a veces no te queda del todo clara o ya de plano no puedes recordar) los impusiste en primer lugar. Y hay que confiar en esas resoluciones, sino por otra cosa sólo porque no puedes confiar en nuevas decisiones tomadas en un momento de absoluta desesperación presión.
Levantas un muro imperfecto (porque si incluso las maravillas arquitectónicas realizadas con ladrillos u otros eficaces materiales de construcción no son invencibles ni qué decir de los muros ‘espirituales’, ‘mentales’, ‘personales’) que al fin y al cabo demuestra ser bastante débil, tal vez porque en realidad tienes al enemigo de tu lado, resguardado detrás de tu muro, justo dentro de ti: una especie de campamento interno formado por las mismas ideas y pensamientos de la persona (o personas) de las que quieres huir protegerte.
Aún así, el muro funciona, un rato al menos, quizá porque el elemento ‘sorpresa’ le da puntos. Hasta que poco a poco las personas dejan de ‘atacar’ directamente porque eso no da resultados y sólo trae desgaste. Deciden mejor ‘insistir amablemente’ y casi como los germanos que se apostaron en una parte del muro justo antes de que Adriano subiera al trono, ellos también descansan cerca de las fronteras. "Eh, eh, todo tranquilo, ¿eh? De ningún lado del muro se busca la guerra."
Las cosas parecen marchar bien, hasta que la familiaridad crece e inevitablemente comienza el comercio (bendición y maldición de la sociedad ‘civilizada’), el intercambio… Hasta que con el tiempo los lazos crecen cada vez más, en varias formas distintas y sobre todo, más fuertes, más innegables, se te estampan en la cara... Y el enemigo tiene cosas tuyas (intereses, ideas) y tienes que ceder...
¿Cómo resolverlo? ¿Poniendo más muros o construyendo alcázares por aquí y por allá para jamás bajar la guardia? ¿Soltando leones, siendo agresivo...? ¿Qué hacer? Si ya estás condenado al fin y al cabo... ¿Lo estuviste siempre y no te habías dado cuenta? ¿Fue todo esfuerzo desperdiciado o al menos aprendiste algo...? ¿Continuas resistiendo heroicamente o te rindes...?