Sunday 27 February 2011

When I have fears… that dreams may come true

Realmente espero que el principio de El Romance de la Rosa y el tal Macrobius que el narrador menciona estén equivocados y los sueños sean sólo locuras que sobre todo, no se hacen realidad... O en realidad no lo sé...

Últimamente había estado soñando dulcísimos sueños que eran más amargos al despertar por el mismo hecho de ser dulcísimos sueños, por default falsos e imposibles. Y algo sospechaba que el absurdo enamoramiento del que soy presa desde hace varios años tenía algo que ver y eso me desesperaba y me ponía de mal humor. Por suerte, desde que abandoné la universidad por primera vez ya no creo en absoluto en Freud ni en Jung ni en nada que tenga que ver con interpretación del subconsciente por medio de los sueños (y cada vez me inclino más a llamarlo inconsciente, con todas las pesadas sutilezas que esa palabra conlleva...)

Así que cuando el sábado en la madrugada soñé que estaba dando clases de Literatura (sí, tal y como se lee, tan scary como suene así fue) me sentí aliviada y preocupada al mismo tiempo. Aliviada porque por fin el sueño de mis estúpidos deseos amorosos satisfechos me había dejado de atormentar al menos una noche y preocupada porque... bueno, por obvias razones...

Lo curioso es que no sé realmente cómo me sentía en mi sueño, si feliz, tranquila, disfrutando la situación o sufriéndola tal y como me imagino que la sufriría en la vida real. (No porque tenga algo en contra de la actividad docente, -en mi familia hay una larga e ilustre historia de docencia y yo he tenido mis épocas muy interesada en todo lo relacionado con la pedagogía y la didáctica-, sino porque no creo que sea la carrera para mí.)

Aún más intrigante es que aunque no logro recordar mi estado de ánimo sí recuerdo el soneto del que se trataba la clase, When I have fears de Keats (eso porque me dormí pensando que por fin había conseguido Bright Star gracias al bendito internet). Ja, por supuesto que antes de que terminara la mañana del sábado ya lo había leído un par de veces y decidido a traducirlo... Y claro, no significa que los sueños sean premonitorios ni mensajes del subconsciente para acostumbrarte a realidades inescapables o posibles (si así lo fueran la vida te agarraría de sorpresa mucho menos a menudo), pero aún así... qué extraño.

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