Jaja, sí que resulta divertido ver a las personas "luchando" contra sus "rivales" en el amor. Y no lo digo con ironía ni con sorna, en absoluto. Sólo digo que no entiendo bien a qué se refieren con eso. Es decir, si el amado o la amada que tienen al lado los quiere entonces los/las "rivales" no son tales, y sí si lo son, bueno, pues que mala onda de los amados que se dejan cortejar y los tienen con el "alma en un hilo"... ¿O qué, o cómo…?
No recuerdo cuándo fue la última vez que dije “oye tú, ¡quita tus garras de mi hombre!”, creo que nunca… Cuando alguien puso sus “garras” sobre “mi” hombre, me di cuenta que no era tal, simplemente porque él no quería serlo (en sentido figurado por supuesto, porque nadie es “mío”, “tuyo”, creo que ni siquiera de sí mismo…) y que había dejado bien en claro su desinterés al permitir que alguien más le pusiera las manos encima….
Pero claro, eso es demasiada dignidad, supongo… (diría Bécquer que no tenemos diccionario dónde buscar cuándo el amor es “orgullo” y cuándo “dignidad”…) y algunos cínicos dirán que eso explica mi perenne soltería, pero mmm…. esas ideas del amor cortés de que hay que “ganarse”, “conquistar” al amado y “luchar por”, “enfrentarse a…”, brrr… perdón pero no las compro… ¿Me estaré equivocando, jajaja?
No comments:
Post a Comment