Sunday, 18 July 2010

¿El Amor es Ficción?

Hay quien dice dudar de la existencia del amor. Y he de decir que siempre he sentido una especie de apasionada animadversión hacia esa clase de gente. No por dudar de algo incomprobable, sino porque en la mayoría de los casos su actitud es sólo arrogante hipocresía, un salida rápida a situaciones que involucran sentimientos, y que por ende no son muy agradables. Pero tal vez efectivamente el amor no exista, al menos no lo que solemos definir como "amor verdadero", y al menos no en nuestro plano de realidad. Suponiendo que la sensación/sentimiento/emoción que identificamos en nosotros cuando encontramos una persona que nos agrada y con la que compartimos algo llamado comúnmente "química" sea sólo una serie de reacciones neuroquímicas automáticas ante la expectativa de ver satisfechas nuestras necesidad emocionales y físicas. Siguiendo esta línea de pensamiento, la lujuria estaría compuesta de reacciones  ante la expectativa de satisfacer sólo las necesidades físicas, y lo llamado "amor platónico", "admiración", "experiencia profunda" (sic) cuando las que están envueltas son las necesidades espirituales. Y por supuesto, están sensaciones son naturales e imprescindibles porque hay necesidades que un ser humano no puede satisfacer por sí mismo.

El amor entonces no es nada misterioso, ni inexplicable, ni irrazonable, , ni eterno, ni increíble, ni mucho menos mágico... Es, como cualquier otra cosa en este mundo, una simple consecuencia de causas que se unen en un punto. Diablos, tampoco es, entonces, libre ni espontáneo (o al menos no tanto como parece a simple vista). Sólo es un montón de cosas sucediendo dentro de la mente y el cuerpo que para facilitarnos las cosas (la motivación más natural de los seres humanos) hemos agrupado bajo el término "amor".

Pero quienes si pueden "amar" con todas esas características seductivas y encantadoras que nos parecen tan deseables, casi utópicas, son los personajes de ficción, quienes viven en las historias, mitos, libros, canciones, óperas, pinturas... Quienes no tienen necesidades de ningún tipo o si las tienen, simplemente son, existen, no son consecuencias, no son efectos, no son reacciones, "son", en el sentido más puro de "existencia". Un personaje de ficción puede sufrir por amor sin ser un dramático, cometer cualquier acto por muy cuestionable que sea por amor, suicidarse por amor  y a nadie le parecería extraño ni una muestra inequívoca de que está "loco-chiflado". Gracias en su mayor parte a la maravilla de "suspension of disbelief" podemos juzgar sus acciones como adecuadas/inadecuadas en el contexto de verosimilitud de la ficción propuesta; y no tenemos que preocuparnos de si es "un extremo", o "una locura" (porque aún siendo una locura es una "deliciosa, y por tanto, aceptable locura"), "una tontería", etc.

El amor sólo existe quizá, en la ficción. Todos buscan algo real, y ¿no sería una curiosa ironía que la única forma de encontrar algo verdaderamente real fuera en la ficción?

2 comments:

  1. A veces quisiera que la realidad pudiera transmutar en ficción a voluntad propia :/

    Saludos Luz!

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  2. Pues ya somos dos... Tristemente, al parecer aún existen instancias en las cuales "la realidad no supera a la ficción" :-P

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