Wednesday, 25 March 2009

Angustia por el Fin

Por suerte, llegamos por fin a Shelley. Y no voy a decir que estaba esperando este momento desde la primera vez que leí un poema suyo (hoy ya hace diez años, the Indian Serenade), pero he de aceptar que siempre me dio curiosidad saber qué se diría al respecto. Fascinante en muchos momentos pero sobretodo, me dejó bastantes dudas, no sólo respecto a las teorías poéticas de Shelley sino a mis ideas generales sobre la vida y su sentido, así como los poderes que la rigen.

Escribí acerca de Ode to the West Wind, que no es mi poema favorito ni mucho menos... hehehe... pero que resulta interesante por el tema tratado, a saber, la idea del constante ciclo de la naturaleza que se observa en el cambio de las estaciones y en la constante destrucción/regeneración que provoca. Había leído que Harold Bloom mencionaba cómo a Shelley no le interesaba tanto este ciclo, sino que buscaba una manera de "entrar a una primavera que no terminara nunca", lo cual a decir verdad no me quedó muy claro al leer el poema. (Porque no encontré una cita que lo apoyara, aunque tal vez no leí con suficiente atención...)

Sabiendo que las líneas finales del poema ("O Wind, if Winter comes can Spring be far behind?") son citadas aquí y allá en diferentes lugares (apuesto a que no falta quien no sabe de dónde viene la frase) comencé a pensar en la naturaleza humana y en su actitud frente a la destrucción y el consiguiente "nuevo mundo". Más allá de la resonancia histórica que estas dos palabras puedan tener (y de repente me viene a la mente el Renacimiento y por supuesto la sinfonía de Dvorak), me parece que por alguna razón extraña, los seres humanos estamos siempre temiendo nuestra próxima extinción. No es algo que me invente… sólo hay que ver la cantidad de veces que se ha profetizado "el fin del mundo", no sólo los mayas, Nostradamus, Jesucristo, etc., etc. ¿Será que vemos tantos problemas en nuestra realidad que no se nos ocurre ninguna manera de resolverlos y por ello acudimos a pensar que la destrucción total se encuentra cerca... Pues por supuesto, no sería una destrucción pesimista/existencialista, sino que sería el preludio a una nueva vida, a un nuevo mundo, a una regeneración total cuyos resultados serían más bellos, mejores, eternos... (ahora sí, eternos...)?

Lo pienso porque últimamente los problemas no faltan... Económicos, sociales, políticos... Crisis de valores, crisis económica, crisis política... Nadie confía en nada ni en nadie y sobretodo, la gente ni siquiera es congruente con lo que cree/piensa (porque en ocasiones qué difícil resulta serlo...) Me parece curioso pensar que la gente piensa que todo lo que está sucediendo son "señales de un próximo (y en esta ocasión de veras de veras ineludible fin), como si los problemas fueran invento del siglo XXI (ya ni siquiera XX, del que ya ni nos acordamos...)

Lo peor no es la desesperación, que también tiene su lado positivo (y quizá eso explica la necesidad imperiosa de la humanidad por sentir que ya no le queda mucho tiempo) sino que crisis tras crisis viene y se va y nadie aprende nada... Es sólo un cúmulo de problemas más... Llega otro y resulta que, tal y como la vez anterior, no estamos preparados, no sabemos nada de nosotros mismos ni de las fuerzas (naturales o socialmente creadas) que nos rigen... No, pues... entonces... ¿a razón de qué fue tanta profecía?

Recuerdo una frase que solía citar mucho (demasiado, hasta que... como siempre, me mordí la lengua...) "Cualquier cosa puede cambiar nuestras vidas en cualquier momento... Estemos preparados para ello..."
Todas las generaciones sueñan y fantasean con el fin,
pero ¿cuál será la que lo vea?

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