Thursday, 1 October 2009

Fiebre

Llevo unos cuantos días realmente enferma y puedo decir que esto de la fiebre es todo un viaje. Y no nada más por las alucinaciones que te da cuando ya estás a punto de dormir, sino porque desde que tengo memoria, parece proporcionarme unos breves momentos de lucidez y claridad mental que en ninguna otra circunstancia he sido capaz de reproducir.

Tal pareciera que estando tan débil a causa de la alta temperatura del cuerpo, la atención sólo puede fijarse en una o dos ideas al mismo tiempo, en lugar de enfrentarse al caos de los millones de pensamientos que comúnmente se revuelven frente a los ojos.

Recuerdo que antes solían aparecer grandes ideas acerca de mis opiniones sobre las personas, sobre las situaciones, sobre las cosas que estaba viviendo en esos momentos... Ahora creo que ya esas imágenes mentales casi-pragmáticas han desaparecido por completo y tan sólo veo con nitidez ideas más o menos dolorosas... No tanto limitaciones propias ni frustraciones... sino mejor dicho, un montón de cosas que no pueden resolverse...

Pero aún así, no deja de ser interesante el poder sentir la debilidad del cuerpo con toda la paz de la fiebre... una claridad ambivalente, que no es agradable pero tiene su lado bueno...

Esta vez creo que no obtuve ningún pensamiento brillante (esperaba alguna idea para los textos que estoy planeando en mi cabeza, que llevo meses planeando sin resultados...), supongo que a causa de mi deplorable estado de ánimo y además, mentiría si dijera que algunas cosas que pasaron en el presente (en el “ahora” sin fiebre, la vida que seguía su rumbo mientras yo estaba casi-agonizando jaja) no removieron recuerdos que ya estaban bien reprimiditos dentro de mí...

Sin duda que sí es todo un viaje...

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