Monday, 24 August 2009

Regreso a Clases, Regreso a la Realidad

Hoy regresaron a clases miles de estudiantes de educación básica y por supuesto, a primera hora de la mañana ya estaban los periódicos listos con las noticias controversiales de rigor (y "de oportunidad"). Por ahora no pienso hablar del como siempre excelente timing de los periodistas, sino comentar un poco acerca de las dos noticias relacionadas con la SEP.

La primera, los resultados de los exámenes de "Conocimientos y Habilidades Docentes" que presentaron los aspirantes a profesores de Educación Básica. Las cifras son más que conocidas para cualquiera, y arrojan que sólo el 25% de los candidatos obtuvieron una calificación de "Aceptable". De inmediato, tantos los "escribidores de encabezados" como el público en general (que nunca he sabido porqué cree que tiene calidad moral -y conocimientos- para criticar) comenzaron a acabarse con comentarios negativos a todos los profesores. Claro que yo no voy a defenderlos, porque es bien sabido que la mayoría no realiza un trabajo precisamente notable, sin embargo, también es verdad que la educación que se ofrece en las Escuelas Normales del país no se encuentra tampoco encaminada a formar profesores brillantes, sino más bien niñeros sindicalizados (esto último contra su voluntad).

No obstante, hay que tomar en cuenta que además de la pésima formación que reciben, los docentes han de enfrentar también un mal ambiente de trabajo, un sueldo bajo (aunque aquí no son los únicos), el repudio social, los malos alumnos (que en definitiva son resultado de la irresponsabilidad de los padres de familia, muchos de los cuales son de los primeros que alzan la voz para quejarse), reducidas posibilidades de crecimiento profesional, herramientas de trabajo escasas, programas de estudio deficientes, etc. Por supuesto que la conocida "puntitis" del magisterio no ha servido para paliar los problemas (que no son recientes, no olvidemos que cada nuevo año escolar nos encontramos más o menos las mismas noticias en los periódicos), sino que sólo los ha profundizado. Podemos criticar y tildar de "burros" e "incapaces" a los profesores de educación básica (y a algunos de otros niveles también), pero una vez contextualizadas las cosas, salta a la vista que no se ha trabajado para mejorar los resultados.

Por otra parte, lo que sí molesta un poco son los comentarios del Secretario de Educación Pública y sus rectificaciones y explicaciones de las estadísticas, diciendo que, ante la SEP, sólo reprobó el 4% que obtuvo una calificación de "no aceptable" y que el 71% que requiere "nivelación académica" no. Eso sí que es una inteligente manipulación -¡diablos! quise decir: un inteligente y positivo manejo de los números. Al oír su afirmación de que a lo largo del ciclo escolar que se inicia se sumarán los docentes que salgan mejor de estos cursos de nivelación no puede dejar de pensarse que realmente los exámenes de oposición no sirven para buscar a los mejores maestros, sino a los menos peores. En lugar de mandar cursos "parche" para los profesores, sería necesario cambiar y redefinir el trabajo que se realiza en las Escuelas Normales. Pero ¡claro! el Secretario no estudió en una Normal, y desconoce el nivel educativo que ofrecen, donde los "profesores de los profesores" tampoco saben (y a muchos ni les interese saber) qué están haciendo. Ahora sí que voy a medio robarme la frase de Juvenal y diré "¿quién les enseña a los profesores"?

La segunda noticia es respecto a los nuevos libros de historia, producto de la tan mentada "Reforma Integral de la Educación Básica", la cual realmente es tan de miedo que analizarla detalladamente es un esfuerzo que por desgracia cae muy pero muy fuera de mis capacidades y conocimientos. Lo que sí puedo decir es que el hecho de que hayan quitado temas de los programas así como así es bastante irresponsable. Y aquí ya no importa si es La Conquista, La Colonia -¡perdón! quise decir "El Virreinato", o cualquier otro tema de la vida pasada de México. Tampoco importa si es un atentado a "nuestra cultura", "nuestra identidad" o cualquier otro demagógico golpe de pecho social. El punto es que la historia se estudia con una perspectiva al futuro y que al negarles a los estudiantes el conocer a los protagonistas de los sucesos que acontecieron en el espacio que ahora ellos ocupan y que -bien que mal- construyeron el estado actual del país, es negarles también la oportunidad de evitar los errores del pasado y de conocer un poco los hechos que dan el sentido de pertenencia y continuidad cultural que tan indispensable es para la cordura humana.

Ya ni que hablar sobre la falta de libros de matemáticas en algunos grados de Educación Primaria. Ahí se ve lo que pasa cuándo alguien no se hace responsable de terminar su trabajo a tiempo. ¿Cómo es que los “errores básicos” de los libros “perfectibles” no estuvieran corregidos semanas antes del inicio de clases? Tal parece que a nadie le preocupa mejorar el nivel educativo de los alumnos y así no se puede ir muy lejos.

Bueno, termino este triste post deseando un feliz regreso a clases y esperando que estas noticias no sean sólo “de oportunidad” y en cuanto se apague el furor del inicio académico a todo el mundo se le olvide la realidad educativa del país…

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