Monday, 31 January 2011

No obstante…

Llamadas de conciencia y sentido común.
"Huir, huir, huir esta noche".
Electrochoques apasionados y fervorosos
para el cuerpo moribundo.
"Nunca, nunca, nunca volver."
Y pronto regala su sangre
en la primera gota, vana e inútil:
mi energía y mi futuro.

El tiempo es una absurda invención
si las hojas flotan sin cesar su balanceo
pero el vaivén se interrumpe un segundo.
Un corto, alivio profundo,
ese momento que es mío.
En él respiro, suspiro, aclaro mi mente.

Todas las sombras son descritas
casi iguales desde la torre
donde mi corazón yace y espera;
todas son largas y delgadas,
todas se encuentran lejanas.
Y pronto volverán a la realidad:
serán frías y coloridas,
comienzan a ensancharse y a brillar;
y ninguna de ellas es la tuya.

Oh Padre,
que en tus manos descansen mis dudas,
te encomiendo mi juventud, mi inexperiencia,
pues yo jamás podría llorar a tus pies.
Tú, a quien jamás acusaría de abandono,
que has estado siempre a mi lado,
aún si jamás te he visto he sentido
tu presencia vana e inútil:
mi energía y mi futuro.

Que mis oraciones vuelen hasta tus oídos
y que la necesidad de mis hechos
por ser justificados, mientras huyen
de los significados vanos, del dolor,
te doten de una forma, de una silueta,
te hagan tan razonable que habrás de existir.

 

Un año más… Fantástico, el tiempo pasa volando…

Sunday, 30 January 2011

Otra razón…

…Por la que  no uso Twitter ni FB ni nada parecido, porque es suficiente con ser impopular en la vida real… jajaja (broma…) El artículo es casi tendencioso porque como el autor mismo asegura no hay razón para pensar que no haya personas tan populares o incluso más que otros.. así que… como casi todo en la estadística, la “mayoría” puede incluir a muchos pero nunca los incluirá a todos (dejaría de ser “la mayoría”). Es decir, puede funcionar para muchos pero no para cualquiera en cualquier punto… (Supongo que se lavaron las manos con eso de poner el “probably” antes del “less” y no antes del “popular”.) Pero aún con todo es es intrigante y fascinante analizar las posibilidades teóricas que se ofrecen…

 

Why You're Probably Less Popular Than Your Friends

Where averages and individual perspectives diverge

Are your friends more popular than you are? There doesn’t seem to be any obvious reason to suppose this is true, but it probably is. We are all more likely to become friends with someone who has a lot of friends than we are to befriend someone with few friends. It’s not that we avoid those with few friends; rather it’s more probable that we will be among a popular person’s friends simply because he or she has a larger number of them.

This simple realization is relevant not only to real-life friends but also to social media. In Twitter, for example, it gives rise to what might be called the follower paradox: most people have fewer followers than their followers do. Before you resolve to become more scintillating, remember that most people are in similar, sparsely populated boats.

The number of friends we have is typical of many situations in which the average deviates from individuals’ experience. Another is class size. Let’s imagine a small department offering three courses for the semester. One is a survey course with 80 students, one an upper-level course with 15 students, and one a seminar with five students. Now what is the average class size? Clearly, it is (80 + 15 + 5)/3, or 33.3 students. This is the number the department is likely to publicize.

But once again, let’s adopt the perspective of the average person and reexamine these numbers. Eighty of the 100 students find themselves in a class with 80 students, 15 find themselves in a class of 15 students, and five in a class of five students. Thus, the average student’s class size is (80 × 80 + 15 × 15 + 5 × 5)/­100, or 66.5 students. This number is less likely to be publicized by the department.

Of course, the argument applies to many situations. Consider population density. The average number of human beings per square mile of the earth’s land surface is low. Looked at from the perspective of the average human being, how­ev­er, the density is much higher because most humans reside in cities. Thus, we can conclude that despite being more crowded together than average, most of us are less popular than average.

Thursday, 27 January 2011

¿La escritura es neutral?

[Notas después de leer The Death of the Author by Roland Barthes. He de decir que no entendí la mitad del texto (jaja.… zut!). Imagine un peu, de haberlo leído en francés, seguro no hubiera entendido el texto completo.    :-P]

"¿Quién habla en cualquier oración dentro de un texto? ¿El protagonista o el narrador? ¿El autor como un individuo de la sociedad? ¿El autor como un autor [es decir, usando las convenciones literarias]? ¿La sabiduría popular/universal [esto sería, la cultura]? Es imposible saberlo. (…)

En la escritura, el "sujeto" [es decir, tanto lo que está siendo dicho o discutido y el individuo que lo dice] están perdidos. La escritura es neutral, la verdadera identidad está perdida, [incluyendo la identidad del texto mismo]. (…)

El darle un autor a un texto es imponerle un límite al texto, cerrar a la escritura. (…) Descubrir al autor es el triunfo de la crítica."

Es verdad que Barthes está escribiendo en un momento de revolución social y por lo tanto en un clima plagado de desconfianza, y supongo que por eso, poco más de treinta años después sus afirmaciones tienen al menos algo de validez. Es verdad que, por mucho que un autor se esfuerce por darle "identidad" a su texto y por "vender" ésta a sus lectores, en realidad entre el autor y el texto se pierden muchas cosas (información, datos, intención, claridad) y entre el texto y los lectores también. Sólo hay que pensar entonces cuánto se ha perdido y distorsionado entre el autor y los lectores... Me parece que ésa es la razón por la cual la Literatura puede estudiarse, porque no estás tratando de saber qué quiso decir el autor, sino qué es lo que se dice en el texto. Curioso, tampoco pareces estar tratando de saber qué es lo que dice el texto, tal vez porque no quieres dotarlo de conciencia ni volición, pero en ese supuesto le quitas su identidad, esto es, todo lo que el autor pudo haber impregnado en el texto mismo.

Supongo también que este "cuestionamiento de la autoridad" es lo que lleva a inferir que hay al menos una forma de comprender el mundo  en donde la conciencia no implica intención. Existen límites per se, influencias externas, "ruido blanco" diríamos, que parecen controlar hasta cierto punto a los seres humanos. Bajo esta perspectiva, no tenemos en realidad "libre albedrío" para elegir qué hacer y cómo entender las cosas... Eso es un alivio de cierta manera, pero también puede ser frustrante, porque incluso el lenguaje, a través del cual pretendemos construir y comunicar nuestra visión del mundo es incapaz de ser 100% fiel a lo que expresa. No voy decir, como Nietzsche, que el lenguaje es incapaz de expresar "la Verdad" (porque eso es algo inexacto y posiblemente inexistente así que da igual si no puede ser expresado), pero sí habrá que aceptar que el lenguaje distorsiona la realidad, tan impregnado que está de ideología. Además, lo decodificamos haciendo uso de herramientas sociales, históricas, etc..., es decir, ideológicas, así que también nuestra lectura se encuentra corrompida... Pero en vista de esto, ¿es realmente neutral la escritura? ¿Puede algo ser verdaderamente neutral? Ni siquiera la misma palabra "neutral" lo es...

 

Addendum:

Aunque sé que no es muy buena idea mezclar diferentes posiciones de crítica o teoría literaria y que la realidad está plagada de paradojas en las que dos o más situaciones contradictorias y excluyentes pueden ser verdaderas o al menos válidas al mismo tiempo, convirtiendo los esfuerzos ecuménicos en un vano ejercicio, después de releer mis notas sobre las teorías de Frye me puse a pensar ¿dónde queda, a la luz de los postulados de Barthes, la afirmación de Frye de que en cualquier texto literario confluyen dos discursos: uno interno, entre los elementos del texto mismo y otro externo, del autor al lector?

Si en un texto literario no habla ni el autor ni el protagonista (sino ambos a la vez pero de forma indiscriminable, además de muchas otras voces más) la posibilidad de existencia de estos dos discursos claramente diferenciados se elimina (de forma lógica, aunque estos discursos parezcan seguir ahí). Si el crítico, o en todo caso el lector es quien re-construye el texto durante la lectura, entonces ¿equivaldría esto a decir que es el lector quien sostiene un diálogo consigo mismo y que es a la vez emisor y receptor de este dialogo que tiene como "pretexto" [no como mensaje, tal vez a lo más como una especie de "objeto"] al texto literario?

Hay que decir, no obstante, que hay muchas cosas que un texto "dice" o que "se dicen en él", que  no podrían saberse si no existiera un diálogo (al menos uno) entre el autor y el lector (como por ejemplo, qué forma tiene el texto, a qué género pertenece, quién es el narrador, cuáles son las situaciones que se cuentan y la actitud del autor ante ellas, etc.). Sin embargo, aún habría que preguntarse si el hecho de que sea el lector quien, haciendo uso de su ideología (esto es, creencias, conocimientos, traumas, experiencias previas de lectura, etc.,) decodifica y (re)construye el texto provoca que efectivamente sea él quien sostenga un diálogo consigo mismo y que las cosas que descubra aparentemente "en y sobre el texto" sean en realidad cosas sobre "el lector mismo". (Esta sería una postura demasiado solipsista como para ser aceptada en un área de estudio seria, tal y como el estudio de la Literatura aspira a ser. En lo personal, yo no la acepto y concuerdo con los enunciados de Barthes sólo hasta cierto punto...)

Tuesday, 25 January 2011

Beware of…

El viernes pasado pude ver (por fin y después de dos años de espera) la versión cinematográfica de "Let me In/Let the Right One In". (Me tuve que conformar con la versión gabacha pero pues ya qué, ya tendré que ir a darme una vuelta a algún tianguis "cultural" para buscar la versión sueca, jajaja.) La película estuvo más que aceptable pues nos recordó que los vampiros son monstruos casi-demonios asesinos y no símbolos sexuales wannabe que juegan a ser adolescentes. Por otra parte, me pareció que más allá de lo del "horror", "terror" o ganas de asustar e impresionar de la historia, existía un discurso acerca de la naturaleza del amor, al menos de un tipo de amor (el "vampírico", de "usar", el “desigual”, el "peligroso", el "dependiente", ése  "amor destructivo“ que tanto nos gusta...)

Es ese tipo de amor en el que terminas "identificándote" con el amado, hasta el punto de creer que todas sus cruces tienes que cargarlas tú, soportar sus defectos y traumas y por lo tanto, "sellar tu suerte" y destruir tu existencia.

Comenzaré diciendo que mi interpretación de la historia tiene como punto de partida la edad de los protagonistas, "12" años. ¿A qué me refiero? Sencillo. Como después de ver la película me quedé con ganas de más (entre que me decepcionó y entre que no) me quedé pensando si ese detalle tenía alguna relevancia. Con lo que concluí después me di cuenta que fácilmente hubieran podido tener "21" años, aunque claro, hubiéramos perdido algunas de las sutilezas de los  paralelos de "padre/amante", "madre/amada", "bien/mal", etc.

El número 12 incluye la idea de dos personas que son una (que se identifican una con la otra y por lo tanto se "igualan"), aunque en realidad sean tan diferentes como los mismos números 1 y 2. El protagonista vive una “situación” desventajosa susceptible de ser cambiada, la cual identifica con la “realidad” permanente de la vampiresa.  Así, a lo largo de la historia, varios detalles nos demuestran que el protagonista va sellando su suerte en su afán de "entrar" en el mundo que le ofrece su nueva amada, hasta que el afán de pertenencia termina convirtiéndose en afán de fundirse con la otra persona (creo que en la película la abrazó fácil 3 veces), aún si sus circunstancias son tan diferentes que no pueden sino llevarlo a una situación desventajosa.

Supongo que yo caí en la misma trampa que el protagonista y terminé identificándome con él. Después de todo ¿quién no se ha visto en esas situaciones en las que amas a una persona que trata mal a los demás pero que te trata bien a ti? O peor aún si cabe, ¿de una persona que no quiere que veas su "verdadero yo" o cuya relación contigo te convertiría en un instrumento, en un repositorio del cual tomar lo necesario, para después, cuando dejes de servirle, cambiarte por una versión más fresca de ti? Seguro que muchas personas. Y supongo que eso hace que el final de la película no sea "abierto" sino "cerrado". El autor nos "dejó entrar" a esa realidad sólo para mostrarnos los errores y los peligros de ella pero ahora resulta que ya no podemos "salir" de esa revelación.... Eso sí es escalofriante...

 

II Addenda (jajaja, “2”):

1. Parece ser que después de todo y a veces de formas indirectas e inesperadas la literatura sí se trata de "teach and delight".

2. Increíble eso de las experiencias estéticas a varios niveles, cada vez me gusta más eso de pensar las cosas "estudiándolas" y descubrir detalles, patrones, etc. ¿Que puede ser una jugarreta de la mente humana que encuentra patrones incluso donde no los hay? Totalmente, pero eso no le quita el gozo y el aprendizaje ;-)

Sunday, 23 January 2011

Los Dominadores y los Oprimidos

Paulo Freire comienza su Pedagogía del oprimido haciendo referencia a dos conceptos importantes para la educación libertadora: "el miedo a la libertad" y "el peligro de la concienciación". Según Freire, ambos conceptos se conjuntan para construir la idea de que "la concienciación es anárquica" y que si permites que los oprimidos se den cuenta de la realidad (injusta pero situacional) en la que se encuentran inmersos, se provocaría un descontento tal que los llevaría a la revolución violenta y a la barbarie. Siendo una idea tan arraigada, es difícil no pensar que los detractores de la rebelión tengan razón, sin embargo, Freire explica que cuando esto sucede es porque los oprimidos han sido engañados por sus propias percepciones hasta llegar a una percepción equivocada de la realidad; pero que la verdadera "concienciación" no es reaccionaria sino revolucionaria, destinada a cambiar las cosas para la liberación de los hombres (es decir, la humanidad), la cual sería un proceso permanente.

No obstante ¿quién va a liberar a quién? Es obvio, apunta Freire, que los dominadores no tienen ningún interés en liberar a nadie ya que ellos se encuentran atrapados en una visión del mundo en la que "el ser es tener" y claro, para tener más, la consecuencia natural es que muchos tengan menos. El mundo debe ser injusto para que este tipo de sociedad funcione y como a los dominadores les va bien, la educación que ellos imponen o su forma de vida no puede estar encaminada de ninguna forma hacia la liberación.

Freire anota también que los únicos que tienen interés en liberarse son algunos oprimidos, aquellos que ya se han dado cuenta de su realidad y quieren cambiarla, sin embargo, ¿dónde podrían encontrar los elementos que les permitieran tanto conseguir su liberación como las herramientas necesarias para construir una nueva sociedad? Es evidente que no en la sociedad presente, diseñada para oprimir.  Además, hay otro obstáculo a la liberación, pues esta realidad social, que Freire llama masoquista y necrófila (ahora veremos por qué) provoca que tanto oprimidos como dominadores desarrollen percepciones distorsionadas de sí mismos.

En primer lugar, los dominadores no notan que son injustos. ¿Cómo es esto posible? Sencillamente porque la sociedad les ofrece el camino de "la falsa generosidad" esto es, la oportunidad de "dar" sin dar realmente. Programas de apoyo social que no tienen objetivos a largo plazo o que no ayudan en nada a que un futuro los beneficiarios puedan ser independientes y los condenan a una realidad eterna de dependencia son un buen ejemplo de esta "falsa generosidad". No obstante, la educación misma es otro ejemplo. Los dominadores "dan" educación incluso a los oprimidos, pero esta educación es parcial y tendenciosa, tiene por objetivo el "adoctrinar" y "domesticar" a los oprimidos para que puedan "adaptarse" a la realidad de esta relación social vertical. La actitud de los dominadores es “necrófila” porque ellos detestan el cambio, quieren mantener el statu quo benéfico para ellos a toda costa y temen a los cuestionamientos y a  la transformación, al constante devenir que es la vida.

Por otro lado, los oprimidos se encuentran en una situación aún menos halagadora. Ellos no sólo son los que se llevan la peor parte social, económica, política e históricamente, sino que la perpetúan sin saberlo, pues llevan al “dominador” dentro de sí. Los oprimidos no sólo miran a los dominadores desde abajo, sino que admiran su posición y aspiran a llegar a ser como ellos, no para cambiar las cosas y ser más justos, sino simplemente para ser “mejores” y tener la oportunidad de mandar por una vez. (Supongo que casi cualquier “complejo o creencia clasemediera” serviría de ejemplo.) De esta forma, los oprimidos sofocan, incluso antes de que surja, cualquier ansia de cambio y se convierten en simples “beneficiarios” de la “falsa generosidad” de los dominadores. (Ya quedó claro por qué es masoquista, ¿no?)

Cuando los oprimidos muestran disgusto frente a lo que “reciben” de los dominadores, éstos pueden darse el lujo de decir que los oprimidos son unos “salvajes” e “ingratos”. (Más o menos como si un limosnero se negara a comer comida podrida que le han regalado o como cuando nos quejamos de nuestra Universidad y ya tenemos un montón de dedos señalándonos y acusándonos de “inconscientes”, “malagradecidos”, etc., cuando lo único que estamos haciendo es tratar de hacer notar la injusticia, la perpetuación del enfermizo sistema y la necesidad –y posibilidad– de mejora.)

Wednesday, 19 January 2011

Algo que aprendí…

Un episodio de Los Simpsons me hizo recordar esa común tarea escolar de "Hacer un Árbol Genealógico", una de esas actividades de las que siempre dude aprender algo, aunque ahora que lo pienso sí aprendí mucho...

En la primaria tuve que repetir este mismo encargo al menos unas cuatro veces (quizá a mis maestros/as les pasaba lo mismo que a la profesora de Lisa, pero en realidad preferiría pensar que tenían una buena razón para dejarnos esa tarea). El problema es que "la familia" es un tema que en mi familia no se toca con mucha frecuencia y pareciera que es más incómodo de lo que quisiéramos aceptar. A decir verdad no sé por qué pero no sé mucho de mi familia más allá de una generación atrás. La mala noticia es que si no llevas un árbol genealógico que no cubra al menos cinco generaciones te ganas una mala calificación y un regaño de tus maestros. Eso me pasó más de una vez. Pero eso no era lo peor, nah, lo peor era que siempre que intentaba investigar, indagar, comenzar a hacer preguntas en mi casa para llenar las ramas de mi árbol recibía una respuesta negativa. Mi madre se encargaba de hacerme sentir mal por querer llevar una tarea completa. Después, en la escuela, el sufrir el regaño y la mirada torva del profesor en turno sólo reanimaba mi desánimo. [Me pregunto, ¿realmente creen los profesores que eres incapaz de hacer un árbol genealógico sólo porque no te da la gana? ¿No se les podría ocurrir que dices la verdad cuando explicas que no sabes nada de tu familia? No digo que los profesores debieran interesarse en las vidas de sus alumnos -eso se convertiría en el cuento de nunca acabar y por supuesto, sus sueldos no justifican tanto esfuerzo- pero sí podrían mostrar algo de empatía o ya de menos, de silencio...]

Para cuando tuve que hacerlo la (si no mal recuerdo) cuarta vez, en quinto grado, ya había aprendido mi lección: la solución era ,por supuesto, mentir, fácil y rápido, inventar nombres, inventar profesiones, inventar realidades y vidas, ¿qué tan difícil podía ser? y además ¿qué tan "malo" podría ser si con eso me ganaba una felicitación y un diez más a la cuenta? Preguntarle a mi madre acerca de nuestra familia ya era sólo una rutina para molestarla, jaja, sobretodo porque podía insistir bastante con mis cuestionamientos, hasta que me detuvieran con, ya saben, un grito o una bofetada. Eso sí, "lo reído" ni quién me lo quite... y, ¿quién podría negar la importancia de la lección aprendida...?

Y por supuesto que no escribo esto porque tenga una especie de trauma de mi infancia no resuelto o porque crea que eso justificaría si me la pasara engañando a la gente, sino porque no puedo evitar pensar que seguramente al menos un niño en el mundo, en este mismo momento, está aprendiendo también la misma lección que yo aprendí y hay que echarnos el volado obligado para saber si después aprenderá a no mentir o a utilizar su nueva habilidad para ayudar a destruir el mundo...

Sunday, 16 January 2011

Presagiando lo que “estaría por venir…”

En la actualidad, y para decepción de los fatalistas y diversión de los escépticos, a pesar de todos nuestros intentos y arrogancia no somos capaces de predecir el futuro. Y no me refiero a las profecías del fin del mundo, sino a prever cosas útiles que se pudieran evitar o cuyos efectos pudieran quedar mitigados: desastres naturales o también, ¿por qué no?, desastres políticos o sociales. Sin embargo, sí escribimos cuanta locura se nos ocurre acerca de lo que “está por venir”, con "pruebas", "evidencia arqueológica" y demás falacias. Para muchos, esta palabras son tan válidas y verdaderas como  cualquier prosa fundacional, y para otros, son sólo un montón de tonterías bien para leer camino al trabajo o la escuela o para reírse de ellas en las conversaciones de café. No obstante, si mañana hubiera un cataclismo (de cualquier tipo, no teoricemos, mejor dejémonos sorprender) que borrara de la faz de la tierra a toda (o a casi) toda la humanidad así como a la mayoría de sus conquistas tecnológicas, los textos científicos, filosóficos y literarios "válidos" se verían irremediablemente mezclados con toda esa "pseudo-ciencia", "pseudo-literatura" y pseudo-filosofía "metafísica"; (así es, los textos del misógino Aristóteles estarían en la misma página que El Secreto) porque ya no habría nadie que hiciera la división o que mostrara nuestras organizaciones y complejos, aunque incompletos, sistemas de ideas. Repentinamente, y como ostentan todas las civilizaciones antiguas, la nuestra adquiriría poderes psíquicos de ver "más allá de lo evidente", y de la nada, nuestras locuras, sueños y ficciones pasarían de ser frenéticos intentos por tener algo de control sobre la realidad, a convertirse en "profecías" esperando cumplirse. Sólo las cucarachas verían la ulterior ironía de la humanidad, que aún sin existir tiene problemas existenciales…

Friday, 14 January 2011

Érase una vez unos homínidos “superiores”…

[Intro] Desde hace casi un año quería escribir algo sobre Lord of the Flies, aunque no sabía qué tan buena idea sería. Sin embargo, después de una conversación remota (gracias a la hightech) de poco más de dos horas al respecto, vi mis ánimos por esta novela renacidos. Estoy casi impresionada de que no sea lectura obligada en nuestras escuelas, pero bueno... etc., etc.,

[Tesis] La premisa inicial de mi comentario será la pregunta que apareció en mí a lo largo de mi lectura, ¿Para qué sirve la cultura, lo intelectual? ¿Sólo para no volvernos locos?

[Context] Como bien se sabe, Lord of the Flies entra en la categoría de "alegoría" sin mucha dificultad, y lo que representa es la lucha de los seres humanos no sólo por superar sus diferencias y tratar de construir una sociedad, sino también los intentos por acomodar todas estas diferencias de forma "civilizada"; es decir, de una manera en la cual los miembros no se sientan reprimidos sino libres pero que tampoco utilicen esta libertad para matarse los unos a los otros. Supongo que no haré mal en decir que ésa es una búsqueda en la que todavía nos encontramos... Preguntas sin respuesta, etc.

[La “carnita”] En Lord of the Flies la cultura y la civilización están representadas por Piggy, un muchachito regordete y enfermizo que no sirve para mucho más que llevar gafas (y cuyo verdadero nombre nunca conocemos aunque sus recuerdos sean los  más vívidos para nosotros). Anteojos que son los que permiten a los muchachos encender una fogata. El conflicto (en un momento claramente de poder) es siempre acerca de si mantener encendido el fuego o no. De mantenerlo, cualquier barco que se acerque podría verlos y rescatarlos, devolverlos a casa. De lo contrario, podrían ocuparse en cazar, comer carne y ensayar intentos de celebración y espiritualidad que terminan en violencia, humillación y asesinato. ¿Suena conocido? Es porque lo es, el narrador (a quien no identifico totalmente con Golding) parece tener una visión unilateral del imperialismo, donde comer iguala a ser un bruto (esto no es de sorprender ya que las alegorías, sean Romances o Ironías, suelen ser unidimensionales o de lo contrario no podrían alcanzar su objetivo). No voy a decir que estoy en contra de esta ‘satisfacción inmediata=brutalidad’, porque a lo largo de mi vida he conocido y odiado a muchos Jacks (Jack era el nombre del chico que quería ser líder porque podía cantar un Do y que representa la crueldad de los instintos desnudos, también, quien, diríamos, simboliza la satisfacción de las necesidades del aquí y el ahora).

Todo va razonablemente "bien" hasta que Ralph, el líder, comienza a demostrar que no tiene muchas dotes para serlo, y es que liderar a un montón de niños asustados por "La Bestia", ansiosos por regresar a casa y más ociosos cada día que pasa sí que es complicado. Ralph confía, sin saber por qué, en lo que dice Piggy y trata de mantener la calma, aferrado a la idea de que es posible que sean rescatados. ¿Será sólo que aceptar que en realidad se encuentran alienados del mundo y necesitan ver cómo vivir así es demasiado para él?

No he hablado aún de Simon, quien simboliza al "profeta" en su sentido más cristiano (aunque Golding siempre se mostró renuente a que se leyera su novela como una alegoría cristiana, pero ¿qué le digo, memoria de Mr. Golding?, once you write something is up for the world to find out what is all about): el profeta no escuchado que termina sacrificado en el momento en el cual trata de contar la verdad que calmaría los ánimos y podría volver a ponerlos bajo el mando de Ralph, quien está escuchando a Piggy, quien siempre (aunque a veces sólo por sus miedos) evitará que caigan en la barbarie. Resulta que, de forma indirecta y en efecto dominó, los profetas son los que salvarían a la humanidad... (uh, ésa sí que no la vi venir :-P). Humanidad representada en Roger, alguien que no es ni “bueno” (como Ralph o Piggy) ni “malo” (como Jack) sino que simplemente se mueve hacia donde soplen los vientos. (Por desgracia, los vientos soplan hacia la barbarie, damn you, enthropy!). Ciertamente: los seres humanos podemos ser "crueles" pero mientras no tengamos la intención de serlo es fácil salvarnos (sólo hay que recordar todas las locuras que hicimos de niños de las que ahora nos arrepentimos); el problema es cuando nuestra violencia es ya con toda intención de destruir la armonía...

Al final y después de varias muertes y torturas, acondicionamientos mentales y miedos supersticiosos, resulta que el líder autonombrado, que lleva el cetro sólo por su fuerza y su coraje queda derrotado sin luchar por el oficial del barco, que, al llegar a tierra pregunta “¿quién es el líder?” y no recibe respuesta. La pregunta es, ¿quién es este adulto? ¿Una versión idealizada de Dios? Es posible y no es posible, porque Simon, el profeta, iba a avisarles que lo que tanto temían, "la bestia" no era una amenaza sino el cadáver de un paracaidista y que “el señor de las moscas” era sólo la brutalidad agitándose dentro de ellos mismos. Así que aunque para suerte de... bueno, varios, los que no murieron, un barco llega y son salvados de la isla jamás sabremos si fueron rescatados de la barbarie.  Por cierto, ¿olvidé decir que estamos en plena Guerra Mundial...?

[Bridge to reality] El conflicto mental aparece cuando tratamos de identificar cada elemento de la alegoría e igualarlo con la realidad (lo que podría parecer una locura y lo es, pero también es parte del concepto literario de "alegoría"). La civilización no tiene como objetivo querer devolvernos a casa o buscar algo más allá, aunque sí cumple -idealmente- la función de alejarnos de la locura y la barbarie. En la novela no cabe duda de que los lentes de Piggy son el símbolo de la civilización y que son primordiales (físicamente era imposible encender el fuego de otra forma), pero en esta realidad, en la que los lentes simbolizan "la intelectualidad" descubrimos que es algo distinto a "la civilización" y que no estamos seguros de por qué es primordial, ¿qué es lo que hacemos con ella? ¿Pensar, sentir, no enloquecer...? Si así es, sería suficiente pero a nosotros no nos los parecería...

[Intertwining, or attempting so] El fuego nos permitió aprender a cocinar nuestra comida, la comida cocinada otorga hasta 50% más de calorías, permitiendo además que nuestro sistema digestivo ahorre poco menos de la mitad de la energía que gastaría en metabolizar la carne cruda. Toda esta energía libre fue lo que entre otras cosas, permitió que nuestro cerebro creciera y pudiera ocuparse en destrezas complejas como "pensar", (pensar cómo cazar eficazmente, por supuesto...) Así que supongo que nuestra historia va más o menos así: "Érase una vez unos homínidos ‘superiores’ que se vieron atrapados en un círculo vicioso de tener hambre-matar-comer-digerir-pensar-matar-tener hambre y entonces encontraron cómo romper el ciclo sin volverse locos, sin morir y, hasta donde ellos creían, sin destruir el círculo entrópico de la naturaleza: tener hambre-matar-comer-digerir-pensar-tener hambre-existir-tener hambre-matar....”

 

Addendum:

Referencia para mis colegas: La fantástica ironía de Golding al incluir un personaje (el más joven, si mal no recuerdo) llamado Percival que repite "My name is Percival... and I live at..." palabras diseñadas para mantenerlo a salvo y regresarlo "mágicamente" a casa, pero que en la isla no funcionan. Curiosamente, cuando tiene que decirle al oficial esa información, resulta que ya se le olvidó… (damn you, memory!) Fantástica ironía porque quién no recuerda la historia del Percival medieval, quien con sólo pronunciar "What ails you?" salvaría el reino del Rey Pescador... Parece ser que lo terrible no es no alcanzar el objetivo, sino que el objetivo haya desaparecido. La verdadera tragedia no es no llegar a la cima, sino que lleguemos a ella, ansiosos por hallar la respuesta y encontremos... Nada... {What kind of God would create a world like that? The sad answer, I guess, is “none”…. Wait, isn’t there a parallel universe in which sad is happy…? ;-)}

Thursday, 13 January 2011

Medidas

[¿Y quién no sufre los embates del amor no correspondido? Whose peanut butter is not flavorless because of the pangs of unrequited love?]

 

He contado varias veces las letras de tu nombre
y conozco sus vocales, cuáles cortas, cuáles largas,
lo que cantan, lo que sueñan y recuerdan;
consonantes caprichosas que se esconden
en los ecos de mis labios y se estampan
en los muros de mi habitación.

Desde aquí veo el universo, y lo muevo
al entenderlo, mientras su pasado se descubre
frente a mi fascinación. Veo la ciudad,
sus tantas calles y avenidas, sus cruces
y tu hogar. Y en tu puerta se me detienen los ojos;
y sus suspiros acompañan tu silencio.

Imaginado'e varias veces el rojo de tus labios,
la sangre en tus mentiras y esos llantos
anunciando la verdad… Nada es real entre
mis dedos que se escapan a tus sueños.
Y bajo tu ventana, el concreto es tan opaco
que nada en mi corazón lo alegrará.

Una sola vez'e soñado con los días que ya has vivido,
y mi mente se estremece al contar una vez más
los que faltan para que mi silencio de siempre
choque con tu intensidad. Pero bajo mi ventana
la esperanza me es sincera y me confiesa:
mis medidas han fallado porque tú nunca vendrás.

 

Al final, bajo el sol, la discreción me impone su distintiva conducta: fingir que nada sucede.

Es curioso pensar, y no deja de ser gracioso imaginar que en el remotísimo caso de que leyeses estas líneas que tanto hablan de ti, no acertarías más que a preguntar, "¿pero quién será este tipo que le provoca tanta languidez?" Bueno, el consuelo es que mi secreto queda a salvo y el dolor sigue latiendo imperturbable...

Wednesday, 12 January 2011

Todo menos eso, Rilke…

Te suplico... tener paciencia con todo lo que no tiene respuesta en tu corazón y tratar de amar las preguntas mismas, tal y como si fueran cuartos cerrados o libros escritos en un idioma extranjero. No busques las respuestas que no pueden serte dadas ahora, porque no serías capaz de vivir con ellas. Y el punto es, vivirlo todo. Por ahora, vive las preguntas. Quizá entonces, algún día, dentro del lejano futuro, podrás, gradualmente, sin siquiera notarlo, vivir tu camino rumbo a la respuesta...

Rainer Maria Rilke

 

Quisiera seguir tu consejo, pero en  mi caso, le pides peras al olmo… Jajaja, menos mal que, en mi postmodernismo, las respuestas, de aparecer no son sino ironía y no aparecen sino hasta el momento adecuado… Así que, estamos frescos…

Tuesday, 11 January 2011

Reaccionarios/Activistas y el Statu Quo

Creo que en más de una ocasión he expresado mi decepción ante los “reaccionarios” o como los llamamos aquí, “activistas” de izquierda, que sólo señalan y acusan, sin realmente proponer o buscar soluciones. Pareciera que su único placer se halla en aprovechar las teorías paranoicas y conspiratorias como prueba para “denunciar las mentiras” y las “banalidades de la sociedad contemporánea” (como si necesitáramos que alguien nos señalara estos obvios  errores). Lo negativo es que al “escupir su veneno” sólo se ganan detractores y enemigos de entre las personas que deberían compartir sus (esperamos verdaderas) ansias de cambio. Así, la gente que también sufre la opresión y la injusticia de la enfermiza organización de la sociedad no se identifica con las luchas sociales y sólo las censura (y en las discusiones las ataca vigorosamente). Cada quien se queda insertado en una parte distinta del mismo círculo vicioso que se perpetúa (por desgracia parece que) eternamente…

Muchas veces me había preguntado por qué el ser de “izquierda” o mejor dicho, por qué el estar en contra del statu quo o el “establishment” (prefiero la expresión latina porque la inglesa trae el tono de dominación presente que puede herir susceptibilidades); decía, por qué no es suficiente estar en contra del sistema y ver sus fallos para ser parte de la solución; por qué los reaccionarios se quedan atrapados como si no vieran los yerros y permanecen atorados en el mismo statu quo. Aquí va un intento de respuesta, cortesía del pedagogo brasileño más influyente del siglo pasado.

 

[Freire sobre los sectarios de derecha e izquierda, ambos grupos impidiendo el verdadero cambio/la verdadera revolución desde sus trincheras:]

El miedo a la libertad, del que, necesariamente, no tiene conciencia quien lo padece, lo lleva a ver lo que  no existe. (...) Libertad que se confunde con el mantenimiento del statu quo. (…)

           La sectarización es un obstáculo para la emancipación de los hombres. (...) No son pocos los revolucionarios que se transforman en reaccionarios por la sectarización en que se dejan caer, al responder a la sectarización derechista. (...) El sectario, cualquiera que sea la opción que lo orienta, no percibe, no puede percibir o percibe erradamente en su "irracionalidad" cegadora, la dinámica de la realidad.  [Los dos tipos de reaccionarios son:]

            1. Reaccionario de derecha o "sectario de nacimiento". Pretende frenar el proceso de cambio, "domesticar" al tiempo y a los hombres. Pretende "domesticar" el presente para que, en la mejor de las hipótesis, el futuro repita el presente "domesticado". El hoy, ligado al pasado, es algo dado e inmutable  [y beneficioso para él].

           2. Reaccionario de izquierda. Se equivoca totalmente en su interpretación de la "dialéctica" de la realidad, de la historia, dejándose caer en posiciones fundamentalmente fatalistas. Transforma el futuro en algo preestablecido, en una especie de hado, de sino, o destino irremediable: el mañana es algo dado de antemano, inexorablemente prefijado [y malo para él].

           [Esto no quiere decir] que se transformen en espectadores. Por el contrario, cerrándose en un “círculo de seguridad” del cual no pueden salir, ambos establecen su verdad. Verdad que no es aquella de los hombres en la lucha por construir el futuro, corriendo los riesgos propios de esta construcción. No es la verdad de los hombres que luchan y aprenden (…)

           [A ambos grupos de sectarios] les es necesario considerar como una mentira todo lo que no sea su verdad.

           El hombre radical, comprometido con la liberación, no se deja prender en “círculos de seguridad” en los cuales aprisiona también la realidad. Por el contrario, es tanto más radical cuanto más se inserta en esta realidad para, a fin de conocerla mejor, transformarla mejor.

(Freire, Paulo. Pedagogía del oprimido. 1970, 2005.                           Traducción de Jorge Mellado)

 

{Primero de, espero, varios posts sobre Paulo Freire :-)}

Monday, 10 January 2011

Cenizas quedan…

 

Terminaron las fiestas (oficialmente la semana pasada) y para citar al excéntrico Saki: “cuando el amor termina que poco lo entiende el propio enamorado…”

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Siempre he estado un poco a disgusto con los árboles de navidad naturales (entre otras cosas por uno de los traumas de mi infancia: el cuento de Andersen “El Pequeño Abeto” [melancólico texto con una pesimista visión de la vida: de la ansiedad de la espera a la tristeza de la decepción… de “infantil” tiene poco…] uno de esos cuentos locos que te hacen nudo en la garganta y refrescan tus córneas, jaja) pero una cosa es tener árboles naturales y tirarlos y otra es tenerlos y luego… ¿quemarlos?

 

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¿Por qué algunas personas no dejan a los árboles morir en su humanamente envenenado hábitat o como víctimas de la deforestación, como el resto de “gente civilizada” hace/mos?

Terminaron las fiestas por enésimo año consecutivo, menos mal que “los recuerdos durarán por siempre…”

Sunday, 9 January 2011

If I Can Stop One Heart… (E. Dickinson)

 

Algo de optimismo, o lo que llamaríamos “Faith, Hope, Love…” Este poema realmente me gusta, porque es tan compacto y a la vez tan efectivo que casi parece irreal… Justo cuando crees que la vida no tiene sentido, resulta que hay muchos mesías a pequeña escala, pero no es la escala lo que cuenta, sino la realidad del cambio… Mmm… ¿demasiado optimismo…?

 

(by Emily Dickinson, translation mine)

Si puedo evitar que un corazón se rompa
no habré vivido en vano.
Si puedo a una vida calmarle el dolor
o refrescar una pena, o si puedo
llevar a algún petirrojo fatigado
hasta su nido otra vez,
no habré vivido en vano.

Saturday, 8 January 2011

Uh… De haber sabido…

 

S. J. Gould sobre el genio [científico] de Charles Darwin (estudiante promedio y nunca un universitario destacado, y quien sin embargo, gracias a sus lecturas de Adam Smith y Thomas Robert Malthus, logró teorizar acerca  del modo –la selección natural- en el cual opera la evolución):

 

Si el genio posee algún denominador común, yo propondría la amplitud de los intereses y la capacidad de construir analogías fructíferas entre distintos campos de trabajo.

[Gould, S.J. El pulgar del panda. “Ensayo 5: El camino de en medio de Darwin”. 1980, 2006]

 

Justo después de que me quejaba de que mi amplitud de intereses es interpretada como “inconstancia” y que mi único talento era “encontrar formas creativas de utilizar los conceptos y las teorías fuera de contexto.”…. Uh, no, pues de haber sabido… jajaja.

Thursday, 6 January 2011

Más Lanzas

Continuando con el tema del post anterior, creo que mi exposición más pareció estar en contra de las Humanidades que de su lado. Sin embargo, he de decir que siempre las defenderé no sólo porque mi formación ha sido predominantemente en estas áreas, sino porque realmente hay habilidades y conocimientos valiosos que pueden obtenerse de su estudio. Lo que no puedo hacer es defenderlas ciegamente, "a capa y a espada", si no por otra cosa porque aspiro a encontrar una solución al dilema de Ciencia Vs Humanidades. (Quizá mi solución sólo me satisfaga a mí y no al Sistema Educativo, pero con eso será suficiente.)

Pensando que estaba sobre en cuáles clases he "aprendido a pensar", creo que no es mentira lo que anoté ayer, aunque tal vez debería agregar Filosofía (pero sólo ciertas clases y gracias a ciertos profesores). No pretendo decir que efectivamente las clases de Filosofía sean imprescindibles per se, sólo digo que algunos tipos de clases, con ciertos contenidos, profesores cuidadosamente elegidos y alumnos receptivos, dispuestos a trabajar para su formación, pueden resultar más que excelentes (de hecho, prácticamente cualquier clase requiere cumplir estos requisitos para resultar efectiva.). No obstante, creo que es importante responder a las acusaciones más comunes en contra de las Humanidades.

a) Se la pasan pensando en ficciones y construcciones mentales arbitrarias que no sirven para nada. Bueno, podríamos decir que hasta cierto punto es verdad, pero también es cierto que el cultivo de lo que se llama "Ciencia pura" también exige y lleva a cabo esta postura, así que no sólo acusaríamos a las Humanidades de estar “desconectadas”. Por otro lado, si somos objetivos y justos, nada "sirve para algo" por sí mismo. Tomemos como ejemplo a la high tech, que unánimemente es alabada como "muy usable"; si no viviéramos en una sociedad consumista o si las investigaciones no hubieran avanzado hasta el punto en el que se encuentran, la tecnología sería inútil.

b) Nunca hay resultados prácticos para la vida. Sí los hay pero por supuesto que son intangibles y difícilmente cuantificables. Los Humanistas debemos responsabilizarnos por difundir las Humanidades (tal y como se difunde la ciencia) y también por buscar aplicaciones prácticas de nuestras teorías. [De cualquier forma, es verdad que no cada punto teórico puede ser aplicable y tampoco requiere serlo para ser válido. En lo que estoy en contra es en que tomemos esta realidad como escudo.]

c) Sus conocimientos no son importantes para la vida o para el trabajo. Aquí de nueva cuenta nos encontramos con querer generalizar una percepción específica parecida a la del punto 1. El que las habilidades y conocimientos otorgados por las Humanidades no sean bien pagadas o siquiera puedan insertarse realmente en la sociedad no es culpa de las Humanidades en sí, sino de la organización de la sociedad, que a través de la historia y en todo momento determinado favorece el cultivo y la inserción de ciertos conocimientos o "carreras".

También podría ir incluso más allá y proponer razones por las cuales las Humanidades no sólo no deben ser borradas del mapa académico sino que deben ser cultivadas y desarrolladas. (En la mayoría de los debates de este tipo la gente involucrada se limita sólo a abrir los ojos bien bien grandes y a gritar a voz en cuello "pero cómo es posible que quieran quitar las Humanidades, la Filosofía, la Historia, si es básica, si sin ellas nos morimos...", o algo parecido, pero pocas veces intentan buscar argumentos razonables y convincentes para apoyar su permanencia).

1. Identificación de signos y lectura de significados. Esta habilidad o capacidad de realizar un procedimiento ya la había señalado como una razón para apoyar el estudio de la Literatura. En esta ocasión, abogo no sólo por la riqueza de las experiencias estéticas de aquellos que adquieran este conocimiento, sino también por una mejora tanto en sus relaciones interpersonales como en su vida laboral. En todo momento y en todo campo es necesario comprender conceptos, ideas, cosas, aislarlas, volver a reconstruirlas, codificar y decodificar mensajes, etc. Más aún, un buen científico o cualquier profesional necesita saber “leer” a diversos niveles y de diferentes formas. Las Humanidades ofrecen ejemplos innumerables para aprender a hacerlo y para poner esta capacidad constantemente a prueba.

2. Claridad de expresión tanto oral como escrita. Si bien es posible desarrollar esta destreza con otros temas, también es cierto que una de las cosas más complejas que existe es preparar una respuesta escrita frente a un objeto estético, (tal vez sea por su misma naturaleza intangible y vaporosa o por lo espinoso de sus temas, los más profundos/absurdos de la humanidad). El pensar algo al respecto de un texto, pintura, etc., y después presentarlo por escrito no es tan sencillo como parece (reto a cualquiera que esté en desacuerdo a intentarlo y decirme cómo le fue) y obliga a abstraer, organizar, sistematizar y ordenar, no sólo datos o información, sino a codificar un mensaje ya sea con el fin de informar, convencer, persuadir o mostrar odio diplomáticamente (porque por supuesto que no porque sean grandes mentes estamos de acuerdo con todos los autores, artistas, músicos, filósofos o pensadores,).

3. Historia de las ideas. Quién no se ha preguntado de dónde viene tal o cuál expresión o pensamiento. Más importante aún, quien no ha necesitado saber de dónde vienen sus más arraigados prejuicios o creencias, no sólo para interactuar con ellos sino también para defenderse en las discusiones. Asimismo, conocer la historia, no sólo los hechos, sino también las interpretaciones y pensamientos de diferentes personas a través del tiempo nos enseña a ser un poco más humildes y a observar métodos de razonamiento en acción, algo de lo que todos nos podemos beneficiar.

4. Imaginación y Creatividad. No voy a argumentar que el Arte no pone reglas y que la Ciencia nos reprime, porque estoy consciente de que la Ciencia es una de las actividades más creativas de la humanidad; lo que anotaré es que los seres humanos tenemos una multitud de necesidades espirituales, emocionales o cognitivas que no pueden ser resueltas a través de los métodos más racionales. El aumento de los problemas y de las falsas soluciones de la sociedad está enraizado en nuestra incapacidad de darle rienda suelta a nuestras dudas y necesidades de expresión en formas adecuadas. Creo que fue Picasso quien escribió que “todos los seres humanos nacemos artistas, el problema es cómo seguir siéndolo al crecer”. Bueno, el cultivo de las Humanidades ofrece una verdadera válvula de escape para insertar todos esos "intangibles" y construir más conocimiento.

5. Empatía. Acabo de leer a S. J. Gould diciendo que "la lucha de las mujeres es la lucha de todos", y yo podría agregar que "todas las luchas son de todos", ¿cómo aprenderemos a ver las cosas desde otro punto de vista sino a través de la Historia y la Ficción, ni se diga de la Filosofía? Para redondear esta idea señalaré que "mirar las cosas desde otras perspectivas" es básico para los estudios científicos de todo tipo.

6. Las cosas por su nombre. Me refiero no sólo al vocabulario sino al hacer uso del lenguaje a diversos niveles en miríadas de experiencias sociales. No nada más con el fin de "sonar fancy" sino también para utilizar formas creativas y efectivas de conformar nuestras frases y nuestras expresiones al construir nuestra concepción del mundo (al fin y al cabo ése es el fin de un lenguaje).

7. Laboratorios Sociales. Las humanidades ofrecen representaciones de seres humanos en acción, ya sea directamente (a través de ficciones o crónicas históricas) o indirectamente (mediante las reconstrucciones de procesos reflexivos). Este conocimiento acerca de nosotros mismos y de nuestra propia conciencia no sólo sirve de entretenimiento sino que también podría convertirse en una herramienta para el cambio y el progreso.

Pues bien, estos siete puntos resumen algunas cosas, pero en cuanto recuerde más las anotaré. Nada mejor que tenerlos a la mano para cuando se necesiten y qué mejor que tomar notas de forma clara y en un ejercicio de persuasión para avivar a la memoria… (Ah… pues, punto 8…. jajaja)

 

Addendum:

He de anotar también que los puntos anteriores no están encaminados de ningún modo a justificar los estrechos e hiperespecializados trabajo, cultivo y desarrollo que se llevan a cabo actualmente en la mayoría de las áreas de Humanidades. Creo que una educación integral es esencial (y no me cansaré de repetirlo). Las Humanidades no pueden ser valiosas a menos que se encuentren en constante retroalimentación con el resto de los campos de conocimiento y también con la cotidianeidad. En definitiva, no hay rama que sea independiente y lo más importante, los seres humanos necesitamos un "justo medio" en la cantidad y cualidad de nuestros conocimientos y experiencias.

Wednesday, 5 January 2011

Rompiendo lanzas por las Humanidades

[Abstract:] En el (ahora ya) antiguo debate entre las humanidades/artes y las ciencias naturales/sociales/económicas/etc., no creo que los contadores tengan toda la culpa del recorte de presupuesto a las primeras. No sólo diré esto, sino que también agregaré que señalar a los "malditos cerdos capitalistas" como responsables del poco crecimiento e ínfimo interés en cultivar las artes/humanidades es una posición simplista que no sólo no ayuda a nadie, sino que sólo cumple el objetivo de darle la oportunidad a las personas de mostrarse "completamente preocupadas y comprometidas" con el desarrollo de estas ramas del conocimiento humano. [Si tantas personas que dicen estar preocupadas porque se quiera borrar a las artes liberales y a las humanidades de los programas estuvieran realmente interesadas en ellas, ¿por qué no se arriesgaron a cultivarlas ellas mismas cursando una licenciatura en una de éstas áreas? {“No, pues no nos dejemos llevar...”} :-P] (Y si esto último sonó a un vil ad hominem, no fue mi intención, es una pregunta real, no retórica…)

Este tema se me ocurrió al leer un artículo de la revista Nature en el que se argumentaba a favor de dar mayor importancia y dinero a las universidades dedicadas al cultivo de las humanidades/artes (curiosamente el autor no hace diferencia al respecto y creo que dividir estas dos áreas es primordial para atacar el problema, pero bueno, por el momento podemos unirlas bajo una denominación). Citaré algunos fragmentos que me parecieron interesantes y estimularon mis reflexiones:

I learned to think critically, analyse deeply and write clearly in my university humanities courses, not in my science courses. I found humanities the most valuable subjects in school. They still broaden my thinking, help me to make connections and aid my ability to communicate.

Esto es seguro una hipérbole, o de plano he de concluir que las clases de Humanidades en los países de primer mundo deben ser diametralmente opuestas a las de esta cara de la moneda (lo que es posible y probable). Creo que en este país nadie diría que las humanidades fueron las materias más valiosas en la escuela. Jamás. Las humanidades aquí son para llenar el tiempo y darle trabajo a los egresados (lamentablemente así es, aceptémoslo). De vez en cuando hay buenos profesores que realmente te ayudan a ensanchar tus horizontes y a desarrollar tus capacidades cognitivas, pero son los menos y no podemos dejarles la carga total. Las clases en las que yo aprendí a pensar fueron mayormente las de ciencias (sobre todo las que más odio: matemáticas, física y química; pero también en las de biología) porque me obligaban a mirar las cosas cotidianas desde otra perspectiva, además me enseñaron a ser disciplinada y sistemática en mis ideas. Incluso ahora, cuando estoy en una mala racha utilizo el cálculo mental para despertar a mi cerebro y a mis neurotransmisores, e indirectamente las endorfinas salvan un poco de mi cordura.

Students have neither the wisdom nor the experience to know what they need to know. Left to themselves, they frequently choose subjects based on the fashion of the moment (which in the United States is currently economics, although at one time it was sociology) or on what they think will equip them best for a job. That the best and most valuable education combines breadth with depth is something that most students do not yet understand. We need less student choice, not more. We need more prescribed curricula, not less.

Bueno, muchos estudiantes sí que no tienen idea de lo que necesitan saber. Como el 70% o más de los estudiantes universitarios viven así, pero eso es porque tampoco tienen idea de muchas otras cosas, ni siquiera de lo más básico... Sin embargo, creo que, al menos en nuestro país, tener curricula opcional es algo que debería intentarse seriamente. No sólo porque aquí escoges una carrera y ya te casaste con un sólo grupo de conocimiento por el resto de tu vida académica y profesional, sino también porque las facultades están llenas de vicios y vacas sagradas que evitan que tengas al menos 3 maestros buenos y 3 malos por semestre... Además, no entiendo qué quiere decir el autor cuando implica que las artes y humanidades podrían equipar a los estudiantes para un trabajo (y no es porque no haya entendido lo que leí...). Siendo honestos por un momento, lo que se saca de las humanidades es siempre mínimo y no por culpa de las humanidades por sí mismas sino porque nunca se va más allá, a trabajar con los temas y con las habilidades. Si los estudiantes no se esfuerzan por exprimir su cerebro no importa qué estudien, nunca estarán preparados. (De los profes, mejor ni hablar... ellos ya saben cuál es su trabajo...) Por otro lado, creo que los estudiantes tenemos derecho a exigir lo que queremos estudiar, los profesores deben guiarnos para compensar nuestra falta de "conocimiento y experiencia" pero no deben elegir por completo, porque, al fin y al cabo, somos nosotros los que tenemos que sufrir con una vida de carencias educativas.

El artículo completo puede ser leído aquí (para que quede como prueba que no fui malintencionada y que no saqué las citas de contexto.) Debo añadir que me quedé de a seis con ese cuasi insulto de "bean counters". Creí que estábamos hablando en serio y ya ponemos a los contadores a la defensiva... (como si no lo estuvieran de por sí.)

Como decía antes, el texto sirvió de punto de partida para varias reflexiones mías. En primer lugar, no creo que la solución sea considerar a las universidades como "receptáculos" que protegen el conocimiento de antaño. Creo que el problema comienza precisamente por eso, porque pareciera que los humanistas creen que lo único que tienen que hacer es cuidar a sus vaquitas y ya con eso cumplieron. Con esa ocupación justifican su trabajo, su sueldo y su falta de resultados o beneficios tanto para el mundo como en el campo de los conocimientos (en general, no sólo de humanidades). En segundo lugar, seguro que sí importa quién dirige las universidades, pero si bien no deberían estar regidas ni por cerdos capitalistas ni por familiares de políticos, creo que tampoco deberían estar regidos por un humanista, porque seguro que van a querer "echar de reversa la balanza" y "acarrear agua a su molino un ratito...", con eso de que "una de cal por las que van de arena..." Además, si los humanistas de otros países son como los nuestros (que no han estudiado a conciencia ni administración ni pedagogía, ni educación y son especialistas en 15 líneas de una obra escrita hace 300 años), no pues... "a buen árbol nos arrimamos..." {Perdón por tantos dichos, pero es una forma de sacar la ira constructivamente, manteniendo viva una de nuestras "grandes tradiciones"...}

Para salvar a las humanidades es necesario (y lo he dicho varias veces) comprender qué hacen y porqué son importantes, cuantificar y cualificar lo que ofrecen a la sociedad, sólo así entenderemos porqué son imprescindibles. Esto requiere que los humanistas se bajen (nos bajemos) de nuestra nube de “yo he leído muchos libros” y comencemos por buscar conceptos unificadores, resultados, teorías que nos expliquen nuestras áreas de conocimiento pero que también puedan ser trasladadas a otros campos de conocimiento y que marquen diferencia en la vida de los ciudadanos de a pie. También será necesario dividir a este grupo de “estudios etéreos” en algo así como: Humanidades, Ciencias Sociales, Ciencias Liberales, Artes (y a éstas en el estudio de las Artes y en la producción de ellas). Me parece que cada vez me gusta más la idea de que todos los universitarios deberíamos tomar cursos varios, no sólo de nuestra carrera, sino de Ciencias, Apreciación Estética, Apreciación Artística (no, no es lo mismo), Economía, Psicología, etc., porque al fin y al cabo todas esas ramas surgieron porque son importantes para la sociedad y, como miembros de ella, todos deberíamos ser capaces si no ya de cultivarlas, sí al menos de disfrutarlas, comprenderlas y hacer uso de ellas…

Tuesday, 4 January 2011

"The world is [not] a stage and all the men and women are [not] merely players..."

Me duele discrepar de Shakespeare, Spenser, Horacio, etc., etc., pero esta vez no puedo estar de acuerdo. (Mentira, me da un poco de gusto tener diferencias con las grandes mentes del pasado pues eso puede significar dos cosas, o que el mundo sí ha cambiado radicalmente a través del tiempo o que ahora estamos viendo las cosas desde otra perspectiva. Ambas situaciones son esperanzadoras.)

Si el mundo es un escenario entonces la vida es una obra y si los hombres y las mujeres no somos sino actores, entonces representamos un personaje. El problema es que las acciones y actitudes de un personaje están supeditadas y decididas por la naturaleza de la obra misma (si es una tragedia o una comedia, o una tragicomedia o un melodrama, u otra cosa) así como por la función que el personaje tiene en la obra (héroe o villano, protagonista, dama en discordia, obstáculo social, comic relief, helper, etc.) y es entonces cuando no estoy de acuerdo en que se “esperen” ciertas cosas de nosotros y que no podamos decidir quiénes somos y qué hacemos.

La sociedad ha cambiado, sin duda, pero no tanto como para “reinventarse” a sí misma, (lo que es una pena y espero que suceda pronto, o ya de menos, en algún momento de la historia), los roles siguen estando dados, dependiendo de si se es hombre o mujer, joven, viejo, “profesionista” o “profesional”, jefe o empleado, padre o hijo, alumno o maestro, o para usar la nomenclatura de Freire (fascinante aún si socialista) “oprimido” u “opresor”. Y cuando a uno se le asigna su “papel” en el mundo, parece ser que no queda más que desempeñarlo de la mejor manera, lo que por supuesto da lugar no sólo a tener que olvidarse de uno mismo y de las ideas propias sino también hacerse la pregunta (un poco absurda, en el mejor de los casos) de “pero, ¿qué es lo que se espera de mí?” (Contestemos con otra pregunta, “pero, ¿quién espera de ti?”)

Desde que las guerras mundiales trastocaron el orden doméstico de roles de género (gracias a…, pues… no puedo decir que a Dios, ¿verdad?, ni tampoco que “gracias a la guerra”… así que… bueno, sólo digamos que fue algo positivo…) el concepto de mujer como una “actriz completa” (para seguir usando nuestra metáfora) comenzó a aceptarse como una realidad. Por desgracia, la sociedad sigue preguntándose (sin sentido): ¿entonces que harán ahora los hombres, qué papel les toca…? Y últimamente parece ser algo rentable proponer imágenes del “hombre de hoy”, porque, if men are merely players, somebody’s got to tell them what to do… right?

Lo mismo sucede en algunas otras áreas, no siempre dicotómicas: profesiones, edades, etc., cualquier etiqueta que pasó de ser una descripción útil para controlar la información de la sociedad a un límite o a un checklist (no sé qué opción es peor).

Esa idea del “mundo es un escenario” esconde otro peligro al convertirse en una forma de “lavarnos las manos” y deslindar responsabilidades, ya “no soy yo, sino mi papel, mi rol…” Otra instancia de la característica inmadurez de la modernidad: muchísima conciencia y autocrítica pero nada de responsabilidad, nada de “yo decido y acepto las consecuencias”. (Llamémosle “self-indulgent conscience”.)

Sin duda aún podríamos argumentar que la vida sí impone circunstancias ajenas a nuestro control, tal y como un dramaturgo coloca a sus personajes en un mundo hostil o amable según le plazca o funcione a sus objetivos, pero, como no podemos asegurar que existe tal autor hay que decir que efectivamente vivimos en un universo con límites que señalan pero no coartan.

A lo que quiero llegar es que no hay porqué vernos como actores representando nuestro papel, sino a personas viviendo, decidiendo hacer o dejar de hacer, para bien o para mal y aún si el libre albedrío fuera un mito, podemos movernos en varias direcciones y no sólo para cumplir las expectativas de la audiencia…

Sunday, 2 January 2011

Viendo judíos con cruces…

Después de que disminuyeron el tamaño de las monedas de 20Cts., ahora las de 50Cts también son de un tamaño similar al de las de 10Cts. y 5Cts.

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Y aunque aún son más grandes que las de 10Cts. y 20Cts.,, existe el peligro de que estas nuevas monedas de 50Cts. corran la misma suerte que aquellas, y dejen de usarse porque en algunos (sino es que en todos o en la mayoría de los intercambios de dinero por bienes o servicios) dejen de aceptarlas… ¿Fue a propósito o fue sólo un terrible terrible error…? ¿O hay algún motivo ecológico detrás del cambio…? ¿O de plano ya estoy viendo moros con tranchetes :D?