Wednesday 5 January 2011

Rompiendo lanzas por las Humanidades

[Abstract:] En el (ahora ya) antiguo debate entre las humanidades/artes y las ciencias naturales/sociales/económicas/etc., no creo que los contadores tengan toda la culpa del recorte de presupuesto a las primeras. No sólo diré esto, sino que también agregaré que señalar a los "malditos cerdos capitalistas" como responsables del poco crecimiento e ínfimo interés en cultivar las artes/humanidades es una posición simplista que no sólo no ayuda a nadie, sino que sólo cumple el objetivo de darle la oportunidad a las personas de mostrarse "completamente preocupadas y comprometidas" con el desarrollo de estas ramas del conocimiento humano. [Si tantas personas que dicen estar preocupadas porque se quiera borrar a las artes liberales y a las humanidades de los programas estuvieran realmente interesadas en ellas, ¿por qué no se arriesgaron a cultivarlas ellas mismas cursando una licenciatura en una de éstas áreas? {“No, pues no nos dejemos llevar...”} :-P] (Y si esto último sonó a un vil ad hominem, no fue mi intención, es una pregunta real, no retórica…)

Este tema se me ocurrió al leer un artículo de la revista Nature en el que se argumentaba a favor de dar mayor importancia y dinero a las universidades dedicadas al cultivo de las humanidades/artes (curiosamente el autor no hace diferencia al respecto y creo que dividir estas dos áreas es primordial para atacar el problema, pero bueno, por el momento podemos unirlas bajo una denominación). Citaré algunos fragmentos que me parecieron interesantes y estimularon mis reflexiones:

I learned to think critically, analyse deeply and write clearly in my university humanities courses, not in my science courses. I found humanities the most valuable subjects in school. They still broaden my thinking, help me to make connections and aid my ability to communicate.

Esto es seguro una hipérbole, o de plano he de concluir que las clases de Humanidades en los países de primer mundo deben ser diametralmente opuestas a las de esta cara de la moneda (lo que es posible y probable). Creo que en este país nadie diría que las humanidades fueron las materias más valiosas en la escuela. Jamás. Las humanidades aquí son para llenar el tiempo y darle trabajo a los egresados (lamentablemente así es, aceptémoslo). De vez en cuando hay buenos profesores que realmente te ayudan a ensanchar tus horizontes y a desarrollar tus capacidades cognitivas, pero son los menos y no podemos dejarles la carga total. Las clases en las que yo aprendí a pensar fueron mayormente las de ciencias (sobre todo las que más odio: matemáticas, física y química; pero también en las de biología) porque me obligaban a mirar las cosas cotidianas desde otra perspectiva, además me enseñaron a ser disciplinada y sistemática en mis ideas. Incluso ahora, cuando estoy en una mala racha utilizo el cálculo mental para despertar a mi cerebro y a mis neurotransmisores, e indirectamente las endorfinas salvan un poco de mi cordura.

Students have neither the wisdom nor the experience to know what they need to know. Left to themselves, they frequently choose subjects based on the fashion of the moment (which in the United States is currently economics, although at one time it was sociology) or on what they think will equip them best for a job. That the best and most valuable education combines breadth with depth is something that most students do not yet understand. We need less student choice, not more. We need more prescribed curricula, not less.

Bueno, muchos estudiantes sí que no tienen idea de lo que necesitan saber. Como el 70% o más de los estudiantes universitarios viven así, pero eso es porque tampoco tienen idea de muchas otras cosas, ni siquiera de lo más básico... Sin embargo, creo que, al menos en nuestro país, tener curricula opcional es algo que debería intentarse seriamente. No sólo porque aquí escoges una carrera y ya te casaste con un sólo grupo de conocimiento por el resto de tu vida académica y profesional, sino también porque las facultades están llenas de vicios y vacas sagradas que evitan que tengas al menos 3 maestros buenos y 3 malos por semestre... Además, no entiendo qué quiere decir el autor cuando implica que las artes y humanidades podrían equipar a los estudiantes para un trabajo (y no es porque no haya entendido lo que leí...). Siendo honestos por un momento, lo que se saca de las humanidades es siempre mínimo y no por culpa de las humanidades por sí mismas sino porque nunca se va más allá, a trabajar con los temas y con las habilidades. Si los estudiantes no se esfuerzan por exprimir su cerebro no importa qué estudien, nunca estarán preparados. (De los profes, mejor ni hablar... ellos ya saben cuál es su trabajo...) Por otro lado, creo que los estudiantes tenemos derecho a exigir lo que queremos estudiar, los profesores deben guiarnos para compensar nuestra falta de "conocimiento y experiencia" pero no deben elegir por completo, porque, al fin y al cabo, somos nosotros los que tenemos que sufrir con una vida de carencias educativas.

El artículo completo puede ser leído aquí (para que quede como prueba que no fui malintencionada y que no saqué las citas de contexto.) Debo añadir que me quedé de a seis con ese cuasi insulto de "bean counters". Creí que estábamos hablando en serio y ya ponemos a los contadores a la defensiva... (como si no lo estuvieran de por sí.)

Como decía antes, el texto sirvió de punto de partida para varias reflexiones mías. En primer lugar, no creo que la solución sea considerar a las universidades como "receptáculos" que protegen el conocimiento de antaño. Creo que el problema comienza precisamente por eso, porque pareciera que los humanistas creen que lo único que tienen que hacer es cuidar a sus vaquitas y ya con eso cumplieron. Con esa ocupación justifican su trabajo, su sueldo y su falta de resultados o beneficios tanto para el mundo como en el campo de los conocimientos (en general, no sólo de humanidades). En segundo lugar, seguro que sí importa quién dirige las universidades, pero si bien no deberían estar regidas ni por cerdos capitalistas ni por familiares de políticos, creo que tampoco deberían estar regidos por un humanista, porque seguro que van a querer "echar de reversa la balanza" y "acarrear agua a su molino un ratito...", con eso de que "una de cal por las que van de arena..." Además, si los humanistas de otros países son como los nuestros (que no han estudiado a conciencia ni administración ni pedagogía, ni educación y son especialistas en 15 líneas de una obra escrita hace 300 años), no pues... "a buen árbol nos arrimamos..." {Perdón por tantos dichos, pero es una forma de sacar la ira constructivamente, manteniendo viva una de nuestras "grandes tradiciones"...}

Para salvar a las humanidades es necesario (y lo he dicho varias veces) comprender qué hacen y porqué son importantes, cuantificar y cualificar lo que ofrecen a la sociedad, sólo así entenderemos porqué son imprescindibles. Esto requiere que los humanistas se bajen (nos bajemos) de nuestra nube de “yo he leído muchos libros” y comencemos por buscar conceptos unificadores, resultados, teorías que nos expliquen nuestras áreas de conocimiento pero que también puedan ser trasladadas a otros campos de conocimiento y que marquen diferencia en la vida de los ciudadanos de a pie. También será necesario dividir a este grupo de “estudios etéreos” en algo así como: Humanidades, Ciencias Sociales, Ciencias Liberales, Artes (y a éstas en el estudio de las Artes y en la producción de ellas). Me parece que cada vez me gusta más la idea de que todos los universitarios deberíamos tomar cursos varios, no sólo de nuestra carrera, sino de Ciencias, Apreciación Estética, Apreciación Artística (no, no es lo mismo), Economía, Psicología, etc., porque al fin y al cabo todas esas ramas surgieron porque son importantes para la sociedad y, como miembros de ella, todos deberíamos ser capaces si no ya de cultivarlas, sí al menos de disfrutarlas, comprenderlas y hacer uso de ellas…

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