Sunday 7 November 2010

El dilema del laberinto y el laberintista

{Dudé tanto en postear esto porque de caer en “ojos equivocados” sería desastroso, pero luego pensé, “ése es el punto del blog, ¿no? poder venir aquí a escribir y tratar de ordenar mis pensamientos, ahora resulta que tengo que preocuparme, detenerme, etc., nah… ya tengo que cuidarme demasiado de lo que digo en el mundo ‘real’, si ahora también tengo que preocuparme aquí terminaré por destruir un sitio donde puedo expresar lo que realmente pienso…” Así que, aquí va, y que el universo me ayude y proteja…. :)}

 

El otro día discutíamos (pero en buen plan, en la universidad) un soneto y hacia el final de la conversación, concluyendo que un poema tiene tanta estructura y está formado de tantas partes, etc. etc., nuestro profesor recordó que una vez estábamos preguntándonos si un poeta trabajaba en diseñar una estructura, decidir qué ideas estarían escondidas en ella, qué cosas no se dirían explícitamente pero serían sugeridas por una palabra aquí y otra allá, etc., y propuso que el descubrir esa estructura era prueba innegable de que había sido planeada de antemano. Concordamos en decir que si “descubrimos” una estructura en un soneto esto equivale a decir que ésta existe, aunque el siguiente paso del razonamiento: “si existe una estructura debe haber alguien que la haya planeado” puede no estar correcta al 100% (el viejo debate del “reloj y el relojero”, ¿es necesario decir que hay un creador ya que el universo existe?). Sin embargo, incluso aceptando que sí, que el poeta, como cualquier otro profesional, probablemente piensa en lo que está haciendo, eso no explica cómo mi profesor saltó a “porque pensar que uno puede descubrir la estructura de un soneto y que el poeta no pudo haberlo pensando, significaría creer que uno es más inteligente que el poeta y eso no es posible porque si escribió el soneto es que es más inteligente que uno…”

Mmm…, ¿cómo, perdón?

a) El hecho de que alguien escriba poemas no lo convierte automáticamente en más inteligente que el resto de las personas que no los escriben. Miles de grandes mentes nunca han escrito un poema en su vida y no por ello son menos inteligentes. (Ahora resulta que las pruebas de IQ tienen una pregunta de “Escriba un soneto en el siguiente espacio en blanco”.)

b) ¿Por qué no podría serse más inteligente que un poeta? Apuesto a que hay miles de personas mucho más inteligentes que los poetas (y seguro hay muchos poetas más inteligentes que muchos científicos, ¿por qué no? Ha existido y existe tanta gente en el mundo que no veo porqué no sería posible. El punto es que, ¿quién decide y  mide quién es más inteligente que otros?).

c) Al fin y al cabo, ¿a quién le importa? No sabía que estábamos compitiendo por ver quién era más inteligente, si nosotros o el poeta. (Y tampoco sabía, pero debí haber pensado, que nos quieren vender la idea de que somos menos inteligentes los estudiantes que los poetas…)

Pienso que nos desviamos un poco de lo que debería preocuparnos como “estudiantes de Literatura” y que podríamos trazar un paralelo que nos permitiera ver que es un problema demasiado complejo, además de ocioso. Mi metáfora: imaginemos que una persona diseña un laberinto muy difícil y muy brillante, una verdadera muestra de su talento, conocimiento y esfuerzo para trazar laberintos; imaginemos que alguien lo resuelve. La pregunta sería ¿quién es más “inteligente”: quien trazó el laberinto o quien lo resolvió? ¿Acaso porque resolvió el laberinto esta persona puede señalar con el dedo al diseñador y reírse de él, diciendo “jajaja, soy más listo que tú” o viceversa? Creo que habría que concluir que ambos son personas inteligentes, seres humanos haciendo uso de sus facultades, el uno hace bien su trabajo como diseñador de laberintos y el otro es bueno en lo que hace, resolverlos. Pero podríamos imaginarnos aún más, podríamos pensar que el laberinto es tan grande y complejo que, inadvertidamente, el diseñador pone dos soluciones en lugar de una y que el “resolvedor” usa un camino que el laberintista no conocía. ¿Sería así más inteligente? No, por supuesto que no, las cosas son complejas y los seres  humanos no controlamos todos los detalles ni siquiera de nuestro pensamiento, ¿cómo podríamos hacerlo de nuestras creaciones? Y añado este último escenario porque no considero imposible que algo que un lector descubra en un texto pueda no haber sido planeado por el autor.

El punto es que no importa, no estamos compitiendo. Los poetas comparten su conocimiento del mundo, porque, quiero suponer, consideran que lo que tienen que decir debe ser escuchado, que podría ser beneficioso que la gente se enterara de esos pensamientos. Así que, no nos preocupemos más que de hacer bien lo que nos toca…

2 comments:

  1. Mi verborrea parece ser demasiada para ser aceptada, pues me dictan "Su HTML no es aceptable: Debe contener como máximo 4.096 caracteres". Por ello, y si no te importa, lo he publicado en mi blog. Si quieres leerlo, adelante: http://prosa-msc.blogspot.com/2011/04/sobre-el-arte.html

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  2. Algunas consideraciones más, a propósito de tu comentario: http://prosa-msc.blogspot.com/2011/04/sobre-el-arte-ii-forma-y-contenido.html

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