¿Oprime el terror tu corazón
todavía de niño
encerrado en un rostro jovial,
casi optimista?
Oh, no temas ni un segundo más.
No temas.
Lo que verás mañana,
lo que hoy imaginas,
aquello que ahora congela
la corriente líquida
en los caminos de tu cuerpo,
no es más que una experiencia...
Esta sensación medio siniestra
no es más que un pánico infantil
ante la aún más siniestra realidad.
¿Temes a la experiencia?
¿Temes al hecho que te dejará
una marca en la memoria?
Oh, no temas ni un segundo más.
No temas.
Porque si tu corazón sale roto
de este nuevo suceso que se avecina,
si tu espíritu surge destrozado
de entre los restos que deje
tu cuerpo luego de la masacre
que la verdad perpetrará sobre ti,
todavía podrás recoger los pedacitos
que llorarán regados en el piso.
Y entonces te darás cuenta
que, en realidad, no has cambiado tanto.
"Esta amargura de hoy se incubaba
desde hace años en la energía del viento
que me rodeaba", dirás.
La fuerza de una nueva experiencia
juntará una vez más los trozos
desvaídos y agónicamente palpitantes
de tu hasta hace dos segundos,
ingenuo corazón.
Y la ilusión de una nueva sensación
que llegará a tus huesos
animará a tu espíritu destrozado,
y lo hará caminar de nuevo.
Cuando mañana regreses meciendo
tu húmedo rostro en tus lívidas manos,
piensa sólo que saliste casi ileso...
¿Ileso? ¿Ileso?
¡Claro! ¡Claro!
Quizás hayas perdido la paciencia del corazón,
la ilusión del alma, la esperanza del principio,
la energía para seguir, la confianza en tus manos.
Pero ah...
Ya veo a la nueva experiencia
marchando hacia ti,
y despojada de sus ropas,
viene a mostrarse ante ti, desnuda,
sin mentiras, sólo con ambiciones
(tal vez no del todo razonables),
viene a mostrarse ante ti, sincera,
tal y como la pasada experiencia llegó...
Viene a inyectar de energías
a tu espíritu que se duele, abandonado;
sabiendo que ella también te dejará
derrotado como la anterior expectativa.
Pero la experiencia nunca miente,
escucha sus ilusiones y escúchalas bien,
porque desde mañana serán las tuyas...
Desde mañana esas esperanzas te guiarán
y te darán la nueva confianza
que dentro de dos días te quitarán.
Pero la experiencia nunca miente.
No, no, no temas ni un segundo más.
No temas.
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