- Una suerte de experimento... El Futurismo se encuentra con el Romanticismo... Con tanta suerte que parece una noticia de nota roja convertida en poesía... (al más puro estilo dadá)
Dijiste "Te ves excelente"
Dije "¿En serio? ¿Realmente lo crees?"
Y sonreí para conservar el ambiente.
"Te doy la bienvenida, al fin,
aunque todavía te niegas"
Pero ahora, ¿dónde dejaste tu fuerza,
ese desenfado que eclipsaba lo demás?
Ah... mi amado que ha estado durmiendo
durante veinte largas noches,
ha estado soñando sobre un parabrisas,
pero murmura que se encuentra bien.
Cómo desearía que compartiera
lo que siente entre esas sabanas,
pero sólo sigue gritándome
"trata de no dormir".
De pronto, recuperé mi dolor de cabeza.
¿Cómo es que este elegante atuendo
me inundó con la tristeza?
Un par de jeringas, buenos ánimos,
"lo perdí todo en la avenida".
Surgieron de una botella de engaño.
Fueron tan suaves como la seda
de tus manos en las mías.
Y mi mejor amigo, es imposible de hallar,
no me ha llamado en dos eternos años.
Seguro piensa que mi adicción
me envolvió en su tersura y su voz.
A veces me parece que esta grangrena
me dividió en dos partes y me desgarró,
pues ha perforado valles en mí,
y me ha castigado con justicia.
De pronto, recuperé mi dolor de cabeza.
¿Cómo es que estas horas se mueven
y se paralizan sobre mi cabeza?
Sólo dos jeringas, furor, intención,
y el tiempo se escapó.
Pero las conclusiones que alcanzaste
a confesar entre suspiros serán
las premisas que usaré en mi argumento
con la muerte para traerte hasta mí;
te traeré de regreso aún si debo deslizarte
debajo de mi gabardina, te deslizaría
incluso debajo de mi piel, hasta el corazón.
(Y cuando esté frente a la muerte,
en el borde de la implacable vida,
no olvidaré eso de:)
"Te ves excelente"
"¿En serio? ¿Realmente lo crees?"
"Si muriese hoy, seguro que descansaría en paz,
ahora que he escuchado mi nombre en tus labios."
Dije "¿En serio? ¿Realmente lo crees?"
Y sonreí para conservar el ambiente.
"Te doy la bienvenida, al fin,
aunque todavía te niegas"
Pero ahora, ¿dónde dejaste tu fuerza,
ese desenfado que eclipsaba lo demás?
Ah... mi amado que ha estado durmiendo
durante veinte largas noches,
ha estado soñando sobre un parabrisas,
pero murmura que se encuentra bien.
Cómo desearía que compartiera
lo que siente entre esas sabanas,
pero sólo sigue gritándome
"trata de no dormir".
De pronto, recuperé mi dolor de cabeza.
¿Cómo es que este elegante atuendo
me inundó con la tristeza?
Un par de jeringas, buenos ánimos,
"lo perdí todo en la avenida".
Surgieron de una botella de engaño.
Fueron tan suaves como la seda
de tus manos en las mías.
Y mi mejor amigo, es imposible de hallar,
no me ha llamado en dos eternos años.
Seguro piensa que mi adicción
me envolvió en su tersura y su voz.
A veces me parece que esta grangrena
me dividió en dos partes y me desgarró,
pues ha perforado valles en mí,
y me ha castigado con justicia.
De pronto, recuperé mi dolor de cabeza.
¿Cómo es que estas horas se mueven
y se paralizan sobre mi cabeza?
Sólo dos jeringas, furor, intención,
y el tiempo se escapó.
Pero las conclusiones que alcanzaste
a confesar entre suspiros serán
las premisas que usaré en mi argumento
con la muerte para traerte hasta mí;
te traeré de regreso aún si debo deslizarte
debajo de mi gabardina, te deslizaría
incluso debajo de mi piel, hasta el corazón.
(Y cuando esté frente a la muerte,
en el borde de la implacable vida,
no olvidaré eso de:)
"Te ves excelente"
"¿En serio? ¿Realmente lo crees?"
"Si muriese hoy, seguro que descansaría en paz,
ahora que he escuchado mi nombre en tus labios."
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